Serán las extrañas formas de las costas,
la claridad del cielo, este pueblo de pescadores,
o tendré que buscar en la profundidad de los mares.
Callan los pájaros que no me dejaban pensar,
aunque de vez en cuando vuelven a cantar.
Sigo en mi empeño, y mantengo la esperanza
de que algo lindo me va a iluminar.
Serán estas ligeras nubes,
la charla de los marinos a la hora de desayunar,
o simplemente, aquellos ancianos,
que cogidos de la mano,
hacen su recorrido diario junto al mar.
Busco la inspiración en cualquier rincón.
Aunque hoy mi musa me ha dado plantón,
no me desanimo, miro de un extremo a otro,
atento a cualquier descubrimiento,
ya que el poeta no tiene horario,
y la inspiración le asalta en cualquier momento,
y hay que agarrarla con arrebato.
¿Irá a bordo de este barco, en uno de sus pasajeros
o quién sabe si en aquel barco de recreo?
Me está pasando el tiempo
y no consigo dar un simple plumazo
a este papel en blanco.
Me doy cuenta que al poetastro
no le es fácil plasmar lo que otros
hacen con los ojos cerrados.
No me desanimo, será que hoy no estoy fino.
Buscaré otro paisaje, otras sensaciones...
Otros personajes para escribir mi mensaje.
Colección Hundido en mi colchón
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