AVISO: EL AMOR ENTONTECE CONSIDERADAMENTE.
No importaba que las noches se hicieran cortas o largas, ni que la luz del día nos hallara desnudos. El aire fresco de la mañana se colaba por la estancia, y la luz del alba sonrosaba sus mejillas de hada.
Yo, como un tonto enamorado, veía como el cielo clareaba de celeste claro, y alucinaba viendo alas de oro blanco sobre las que se dormía mi amada en el más plácido de los sueños. Cuando dormía no era de este mundo y se trasformaba en ángel. Y es que me tenía fascinando con tantos encantos, que los tenía a caudales.
Colección: 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES.
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