Ahora, después del tiempo pasado, los politiquillos, se cuelgan medallas, por lo bien que supieron gestionar la pandemia. ¡Ni puta idea! Han ido improvisando a golpe de timón. Si no hubiera sido por la vacuna todavía estaríamos encerrados en las "cavernas" cagados de miedo.
Algunos han pasado más miedo al cruzarse con sus vecinos y amigos, que con el desconocido Covid-19. Han habido días y gente para todo: desde los negacionistas hasta los extremistas y así han ido pasando los meses. No diría yo distraídos, pero sí, que cada día nos levantábamos con nuevos protocolos que nos han obligado a estar al loro, aunque algunos todavía no se han enterado en que momento del proceso estamos.
¿Lo peor? Pues tantos miles de personas que han muerto y nos han dejado un país de luto y tantos y tantos que han sufrido la enfermedad y sus consecuencia.
Vamos a darles una tregua de confianza a los científicos y agradecimiento y que sea verdad que hemos vencido al ... "CORONAVIRUS Y A LA MADRE QUE LO PARIÓ" gracias a la ciencia y no a estos "espabilados" que ahora se están colgando medallas. A los políticos, a esta clase social del pueblo, que está por encima del bien y del mal, a estos seres endiosados, les aconsejaría que bajarán a ras del suelo y que caminarán a nuestro lado, que al fin y al cabo, son de carne y hueso y viven y mueren como el resto de los humanos.
Agradecer a todos aquellos que me han animado en el día a día a seguir escribiendo mis "CRÓNICAS..." a los que han reído y llorado con mis letras a mi lado.
Ahora prometo estar al loro, y si en un momento dado fuera menester volver: Lo haría raudo y veloz con mis gafotas de anti-héroe, con bolígrafo en ristre, dispuesto a cebarme con cualquiera que lo mereciera, siempre bajo mi particular punto de vista. He dicho.
Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LA PARIÓ.
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