Bueno, a lo que íbamos. Se supone que después de haber convivido con el virus durante casi un año ya lo conocemos mejor y sabemos por dónde le duele que lo marginemos de nuestra sociedad y contagie menos. La última medida del estado de alarma me parece acertada, lo de la duración un tanto exagerada, pero lo más importante es que nos mentalicemos nosotros de que esto es una pandemia, que no es una broma de mal gusto, ni que solo afecta algunos individuos y que no somos superhéroes
No seamos tontos que pronto sacarán una vacuna, que ya la tenemos a la vuelta de la esquina y luego todos nos salvaremos. Ése día pillaremos una cogorza de tres pares de cojones para celebrar que hemos ganado la primera batalla al puto virus. Pero nunca nos debemos olvidar de las bajas que nos ha dejado el covid-19.
Ahora hagamos otro esfuerzo porque todavía hay mucho en juego: De lo que hagamos hoy, tus hijos y mis nietos seguirán viviendo en un mundo mejor.
Gracias, no esperaba menos.
Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.
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