¡Ay, amor, no sé
lo que anoche soñé...!
lo que anoche soñé...!
Algo muy triste debió ser,
porque en el último suspiro,
sentí como una lágrima
resbalaba por mi mejilla.
Noté húmeda la almohada
y busqué el motivo
de tanto llanto derramado.
Fui deshilando tan angustioso sueño
y te vi llorar cuando me alejaba
con el último aliento de tu beso.
¡Alegre sueño el que bien acaba!
No eran lágrimas
de desamor ni desesperanza,
porque también, tú, al otro lado,
llorabas joyosamente enamorada.
Dichosos los sueños
que comparten alegrías y besos
y guardan lágrimas para noches venideras...
que comparten alegrías y besos
y guardan lágrimas para noches venideras...
Colección A quién no le guste la poesía,
que arranque la primera letra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario