miércoles, 7 de marzo de 2012

MUERO SIN REMEDIO EN CADA BESO

¡Qué finura envuelve la habitación
cuando Ella se desnuda!

De noche, la luna nos espía.
De día, el sol la calienta.

¡Qué fortuna descubrir en
mis manos una joya tan fina!
Con olor a magnolia, beso a beso,
la razón me sisa.

Loco de placer, rozo con ternura
su piel cautivadora.
Y juro por Cupido, que sabe a miel
¡a miel y a queso!

Y siento en el vientre un fuerte golpeo
cuando Ella me besa.
Y las lianas de mis brazos
se enredan por su cintura sin remedio.

Sus pezones, se clavan como espinas,
cuando mi mezquino cuerpo...
sobre Ella se posa.

Niña seductora,
niña de carne y huesos,
cuando me haces el amor,
me bulle la sangre...
y muero como Romeo.

 Colección Puntas de lápices


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Regresó el poeta! Después de este descanso supongo que las pilas están como nuevas y tendremos lectura nuevamente.
Hola mi bello amigo del mar, seductoras letras, vale la pena morir así, de amor y pasión.
Te dejo un abrazo y esa ola que no se cansa de ir y venir.

JJCardona dijo...

Hola Cristina. Siempre es bueno viajar y ver cosas. Este viaje ha sido especial, Kenia y la isla Mauricio son lugares excepcionales.
No creas que no haya estado escribiendo, la pasión por la letra va más allá de una hamaca o unos cuantos leones. En el fondo las costumbre de rutina también nos hacen sentir seguros.
Un placer tenerte en mi pagina siguiendo mis sueños… abro el ordenador y allí esta tu siempre, al otro lado de la pantalla!
Te mando una ola cargada de regalos. Un beso. Juanjo

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