mientras ELLA me abrazaba.
Los truenos golpeaban la estancia,
y a lo lejos, casi en el infinito,
los rayos electrizaban un cielo negro.
Con los ojos cerrados,
su boca cerró mi boca,
¡no hacían faltas palabras!
El beso duró ¡el tiempo que hizo falta!
Abrió de nuevo los ojos,
esos ojos negros,
como su seductora alma.
como su seductora alma.
¡Me miró con celo,
me miró con rabia!
me miró con rabia!
Saltó sobre mi desangelado cuerpo,
me agarró de las manos
y las ató al cabezal de la cama.
y las ató al cabezal de la cama.
Dejó caer su cabellera negra
y rizada sobre mi cara,
mientras dibujaba en su rostro
una lujuriosa carcajada.
Bajó los labios, hasta morder mi lengua.
Lamió mis mejillas, como si fueran de caramelo.
Arrastró su pelo negro, sobre mi cuerpo.
Surcó mi piel con sus uñas largas,
hasta clavarlas en mis nalgas
y siguió lamiendo cada uno de mis poros,
hasta que el tiempo se desvaneció en el cielo.
Benditas formas casi inhumanas.
mientras dibujaba en su rostro
una lujuriosa carcajada.
Bajó los labios, hasta morder mi lengua.
Lamió mis mejillas, como si fueran de caramelo.
Arrastró su pelo negro, sobre mi cuerpo.
Surcó mi piel con sus uñas largas,
hasta clavarlas en mis nalgas
y siguió lamiendo cada uno de mis poros,
hasta que el tiempo se desvaneció en el cielo.
Benditas formas casi inhumanas.
Benditas caricias, eternamente deseadas.
Bendito tesoro, el que hallo en su aposento.
Bendito sea este beso, que me mata de deseo.
¡Bendita noche, de rayos y truenos!
La calle seguía mojada,
pero en los cristales ya no golpeaban
las frías gotas de lluvia de invierno.
Mientras tanto, el pueblo despertaba,
perezoso, a la luz del nuevo día.
perezoso, a la luz del nuevo día.
Llegó el alba y nos pilló jugando,
jugando, entre sábanas y almohadas.
jugando, entre sábanas y almohadas.
Llegó el alba, con luces de esmeralda.
Llegó el alba, iluminando su hermosa cara.
Llegó el alba, iluminando su hermosa cara.
ELLA, se levantó de la cama,
altiva y solemne,
altiva y solemne,
Se puso su ropa interior,
de puntilla y encajes.
Se abrochó la blusa
y se enfundó la falda.
Tras una noche de tormenta,
de amor y sexo intenso,
ELLA, volvió a recuperar
Tras una noche de tormenta,
de amor y sexo intenso,
ELLA, volvió a recuperar
4 comentarios:
Hola Mi bello amigo del mar...
Necisto respirar luego de leerte!
Necesito respirar.
¿Sabés recitar poesía?
Está espectacular!!!!, Te mando una ola gigante y me retiro a tomar aire...necesito respirar.
Hola Cristina…¿como estas, no sufrirás del corazón?. Porque si es así, no podré contarte, que estoy trabajando con el IV capitulo. Cuando vuelvas a entrar del balcón y te sientes enfrente del ordenador ya puedes buscar más fotos…
¿Recitar?, ¡Igual me invento un cuanto¡.
Por favor, cuando cojas aire, dime que te a parecido el poema.
¡Gracias, por describir tus emociones!. Hasta tu playa, mando hoy esta ola que nos acompaña, Juanjo
Me ha encantado....
La tercera parte es la mejor..
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