siento cuando te veo
y qué nervios me produces
cuando abrazas mi cuerpo!
Sucumbo una y otra
y otras mil veces,
cada vez que me das un beso.
De tus labios soy esclavo
y vivo encadenado
al fuego de tu aliento,
y me abraso en el infierno
de mis libidinosos pensamientos.
En cada palabra de amor
que sale de tu boca,
me corroe la pasión
y siento un eléctrico estremecimiento,
hasta mi último vello.
Y en este mismísimo momento,
solo pienso en derretirme en tu cuerpo:
con mis dedos acariciarte
mansamente los pechos,
y con mi boca comer de tu boca
hasta volverte loca.
Tú eres, amor mío, mi vicio,
mi lujuria, mi delito.
Serás mis próximas tres vidas,
si es que me quedan más vidas
¡después de esta vida!
Colección Hablemos de ti
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