Llévame contigo,
donde quiera que tú vayas,
llena mis ansias,
mis llantos y mis lágrimas.
Yo digo que en tus brazos me acojas,
agítame, acúname, abrázame cada día en tu nido.
Quiero ser tuya,
quiero que tú seas mis pupilas,
mi sed y mi hambre.
Quiero ser la que salte sobre las rocas,
la que nade a contracorriente,
quiero ser ola para besar tus rodillas.
Siento que hoy el reloj marca nuestra hora,
siento que hoy el reloj marca nuestro destino,
siento que hoy la lluvia gotea sobre nuestras vidas,
siento que hoy tengo la llave de nuestra puerta.
Liberada sé mi alma,
vuela alegremente entre palomas libres,
sobre un mar azul,
un mar en calma.
Quiero esta alma,
una alma limpia
y llena de esperanza.
Y ahí yo te pido,
grito y te exijo
a ti, a ti hombre,
a ti, ser de mis esperanzas.
A ti te pido,
que no encierres mi alma
en una cárcel desolada.
A ti hombre,
a ti mi hombre y amigo,
pido ser tu otra media naranja.
Que no alces la voz,
que tu voz sea pausa,
que no levantes la mano,
que sea de seda,
que solo con su tacto
de placer muera.
No quiero barreras,
ni vallas de espino.
Ni nada ni nadie
que nos ponga trabas.
Quisiera que
nuestros corazones hablaran.
Que no sean de hierro,
ni de piedra.
Que no sean fríos,
sino todo lo contrario:
tiernos y llenos de llamas.
Hoy quiero a la hora que
el reloj marca,
que seas mi guía,
mi cueva, mi ruta, mi morada
mi voluntad y mi palabra.
Que esta sea mi vida,
mi única esperanza,
que no sea de otra forma,
porque de lo contrario,
gritaría, lloraría toda la vida
debajo de mis alas.
Te forjé, me forjaste
te inventé, me inventaste
te pinté, me pintaste,
te esculpí, me esculpiste
¡ahora no me falles!
Sacrifícame entre tus brazos,
mátame entre beso y beso.
Anúlame entre nubes de pasión.
Corre por la inmensidad de mi diminuto cuerpo.
Quémame entre hogueras.
Haz de mí tu compañera,
haz de mí tu amor secreto,
haz tu mí tu ilusión,
tu destino.
Y no olvides nunca,
ni en ningún reloj
ni a cualquier hora de nuestras vidas
que nosotros vinimos al mundo para querernos.
Colección Hablemos de ti
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