Llamo a mi niña
a orilla del mediterráneo,
digo su nombre al cielo
bajo un manto de estrellas.
Amo a mi amada
y se lo digo al viento,
como dos amigos
hablando de sus intimidades.
Colección Hablemos de ti
Escribo poemas a la soledad, para hacerle compañía, haciéndole la espera más corta y más dulce la sonrisa. Soy de los que creen en el sonido del silencio o de los que habla con el mar. ¡Soy de aquellos que la gente piensa que estamos locos!
ASÍ ERAN LAS MAÑANITAS DEL REY DAVID. ¡Despierta, niña despierta! No temas, querida, que te mire a los ojos cuando estés dormidita. Que s...
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