NO FUE EXACTAMENTE ASÍ, PERO DEBIÓ SER ALGO PARECIDO.
Ella, con gestos insinuantes, me invitó a que la siguiera y yo, pobre de mí, como un zombie, la seguí preso de sus mil encantos.
Dos velas alumbraban la habitación, un jarrón con flores y de fondo una suave música de blues. Había perfumado la estancia de aroma de rosas y sobre la cama, pétalos rojos.
Me fue desnudando y me tumbó sobre unas blancas sabanas de algodón. Al abrir los ojos de nuevo, allí estaba ella desnuda y con aquellos ojitos negros que a mí me robaron el alma. Y así fuimos apagando estrellas hasta que llegó la madrugada.
Colección 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES.
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