Aquella noche, el paisaje fue inolvidable: el cielo estrellado, la luna amarilla, el mar en calma, y tú en mis pensamientos te mezclabas con el universo.
Fue entonces cuando confundí tu cuerpo con la inmensidad de la noche, las estrellas con el brillo de tus ojos. La luna se convirtió en tu boca y a partir de aquel instante te convertiste en parte de mi mundo.
El viento me envolvía mientras me abrazabas y sentí un escalofrío, tu cuerpo menudo y gracioso, hecho de caprichos y pedazos de nubes, se había convertido en el más hermoso de mis sueños favoritos.
Colección 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES.
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