MI MEDIA MANZANA.
Con ella aprendí hacer la cama, pero nunca entendí por qué era necesario. También aprendí a poner la lavadora, el lavavajillas y a prepararle el desayuno. Mientras tanto, la esperaba para secarle la espalda cuando salía de la ducha y luego nos vestíamos para ir al trabajo. Cuando volvíamos, lo primero que hacíamos era deshacer la cama. Y me pregunto, ¿por qué debía hacerla cada mañana? Misterios de la vida que nunca tendrán respuesta.
A su lado comprendí, que sin ella no sabría hacer nada. Hoy me he convertido en su obra maestra y ella... en mi media manzana.
Colección: 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario