¿CUANDO TERMINA TÚ LIBERTAD Y EMPIEZA LA MÍA? La pregunta siempre ha traído cola y tiene su puntito de miga. Porque por lo visto siempre ha sido un problema compartir la libertad de ideas políticas, idiomas, movimientos culturales o sociales, etc. Incluso en este país (como en otros) ser de un equipo de fútbol u otro acarrea discusiones, enfrentamientos violentos e incluso lamentables riñas familiares.
En fin, ni siquiera en un estado de derecho como el nuestro, cualquier ciudadano debe de tener mucho cuidado con exponer sus ideales y en algunos casos; uno vale más por lo que calla que por lo que dice. Siempre serás el enemigo de alguien que no piense como tú y serás observado. O sea; que a boca cerrada no entran moscas.
Y así llegó yo a la libertad de llevar o no llevar mascarilla, de fumar donde te apetezca, o sentarte con tus amigos en grupos de más de seis. O al libertinaje de hacer botellones, fiestorros en almacenes, sótanos, casas privadas o mansiones de lujo.
Y, a partir de este instante es donde termina tú libertad y empieza la mía. Aquí es donde TÚ empiezas a ser un peligro, por quitarme, no solo mi espacio, que me corresponde por derecho, sino porque es donde tú forma de entender tú propia libertad a mi me esta matando. Esta es la sencilla razón por la que yo sigo las reglas del juego establecido, obedeciendo las órdenes por el bien de todos. Mi libertad NO mata, la tuya SÍ.
¿Lo has pillado? El Covid-19 no tiene nada que ver con el Barça o el Madrid, ni con Podemos, ni con BOX. Ni tampoco con el color de la piel. No, nada de nada, no hay excusas, simplemente TÚ supuesta libertad termina mientras estas acabando con mi vida. Por favor, no lo hagas.
Colección: CROPNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.
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