domingo, 23 de agosto de 2020

EL BAR DE PACO

Cualquier día se irá el virus y volveremos a estar tranquilos. No será que no canten los pájaros, que nunca han dejado de piar como los ángeles, sino que cantaremos los humanos libres de contagio. Volveremos de nuevo a los bares. Entonces las mañanas serán como eran antes, llenos de ruido y de tráfico y volveremos a cruzarnos con cientos de personas malhumoradas yendo y viniendo de sus trabajos.

Cualquier día se irá el virus y habrán muerto jóvenes y viejos y los enterramos sin consuelo. En un rincón del cementerio les dedicaran un monumento repleto de floridas coronas y ramos y con cada uno, se nos irá un trocito de corazón apenado. Un Ave María y tres Padres nuestros.

Nos quedaremos sin abuelos y nos sentaremos bajo un almendro al lado del pozo del huerto, para hablarles a nuestros hijos de ellos, para que les quede en la memoria sus recuerdos. Se irán al cielo; un día de primavera, entre campos de amapolas y cerezos en noches de luna llena.

Se irá el virus y todo volverá a ser como antes y volveremos al bar de Paco, porque con el tiempo todo se habrá olvidado y pasaran los años y olvidaremos el duelo y se nos irá el santo al cielo. 

Colección:  CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.

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