Vivo en "el sueño de
nadie”
donde el tiempo ni se gana ni se pierde,
simplemente ¡transcurre!
Transcurre
sin el suplicio del
maldito reloj.
Todo es incierto, relativo,
como si no fuera cierto.
Pasa el tiempo sin tener que comprender
el
porqué de las cosas.
La vida pasa en "el sueño
de nadie".
¿Al fin y al cabo, para qué?
¡Yo quiero apearme!
¡Yo quiero apearme!
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