Como un pino en el desierto
en medio de las dunas de arena.
Los rayos del sol me queman los ojos
y los gusanos me corroen las entrañas.
¡Nada es verdad!
Se mueven las hojas,
la luz me ciega
y el correr de la sangre
no apaga mi soledad.
Se han dormido los amantes
con largos brazos blancos
entrelazados de tanto amarse.
¿Dónde estan los cuerpos?
¿Dónde esta el beso húmedo?
¿Y las alas de colibrí?
Me he vuelto invisible
y pienso que no existe nadie
que pueda abrazarme.
Todo va bien para quien compartió
mis temores, mis ilusiones.
¿Y dónde estará mañana
a la hora de compartir
mi ternura y mis miserias?
¿Quién, quién acariciara mi rostro?
Vivir a veces no lo es todo,
cuando la herida ha atravesado
el pobre corazón y ha matado el amor..
Todo a su alrededor ya no tiene sentido.
Y yo pregunto;
¿Y entonces... el amor a dónde nos lleva?
Los labios ya no sonríen,
las yemas de los dedos se endurecen
y la sangre se hiela de tristeza.
¡¡¡Lucho contra este canto triste
para que calle en mi cerebro,
para que no seque mi garganta,
para que no haga las noches más largas!!!
Sin ninguna duda
la daga del amor
se ha clavado en mi vida...
hasta hacerme sentir
el dolor de la muerte.
Colección Poemas de ángeles de colores
2 comentarios:
Hay amores que duelen, de eso no tengo dudas.
Pero mientras el poeta escribe en soledad o en compañía la llama de la existencia y la imaginación nunca muere... resurge como el ave fénix en cada una de sus letras.
Bellísimo poema Juanjo, me gustan esos versos que tienen un tinte triste, llevan su encanto y llegan al corazón.
Te dejo un fuerte abrazo y unas olas que están soportando grados bajo cero... maldito invierno!
Besos!
Hola cristina, como diría la canción de Pimpinela… “hay amores que matan, hay amores que duelen” y para esto estamos nosotros los poetas, para contarlos a nuestra manera…A mucha gente no les gustan los poemas con tintes tristes y prefieren las historias con finales felices, a mi particularmente creo que tienen más sentimiento y más verso. Como los colores... hay colores para todos.
Vale, vale!!! Ya veo que las olas por aquellos parajes están frías de narices, tal vez si que tendremos de esperan un tiempo en mandarme alguna que otra…jejeje
Pues no me queda más remedio que mandarte una ola veraniega desde mi playa... y un beso sulfuro cabalgando en ella. Juanjo
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