lunes, 16 de julio de 2012

TELA DE ARAÑA III

Tenía tanto que ofrecer
     que yo de ella me enamoré.
        Rosa como un ángel
           y de bella mirada...

    ¡era tan hermosa que cada día me enamoraba!



¡Oh! ¡Diosa hermosa!,
     celoso estoy de sus manos.
No hay hombre que cuando la mire...

   ¡no le robe los cinco sentidos!



Cuando la miré
  supe que por ella viviría,
y al cabo del tiempo,
    me ha hecho perder la razón...

¡Y ahora es la estrella de sus ojos
     la que guía mi navío a la deriva!



Son sus labios
   mi comida de cada día.
       Y su saliva, vino dulce...

Si un día no me sonriera,
¡la vida para mí no tendría melodía!



De ella me he enamorado como un tonto,
        desde las orejas
                hasta las uñas de los pies...

 ¡Y me doy cuenta que a cada gesto me gusta más!



Me tiene colgado a su perfume,
   y cuando jugamos a juegos de amor,
       me siento volar entre nubes de algodón...

                   ¡me emociona su piel!
                                   
                                           Colección Puntas de lápices

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Juanjo! Que bella poesía, el verano te trae bien ilusionado y yo aquí con tanto frío!
Tardé en llegar a comentar, pero aquí estoy fiel a un amigo que siempre me acompaña.
Mil abrazos, bellísimo poema.

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QUIEN FUERA POETA PARA INVENTAR MUNDOS NUEVOS. Eres en mi claustro cerrado un caudal de inspiración de muchos quilates, que elevas mis letra...