nada te puedo reprochar.
Sabíamos que no teníamos futuro.
Sé que tú también llorarás y
que te dolerá tu traición final.
¡Calla, ya está bien de gimotear!
¡Para, ya! ¡No me atormentes más
y déjame de acariciar!
A mí, que tanto te he querido.
A mí, que tantas veces te he adorado.
Pero, no te preocupes, porque
sabía que tarde o temprano, me
quedaría solo y cubierto de lágrimas.
Seguiré creyendo durante un tiempo
que tú también me querías.
Seguiré pensando que lo nuestro
fue un amor verdadero.
Pero ahora, ¡cállate!,
porque hoy parece ser que
todo fue una puta mentira.
¡Calla y date la vuelta!
¡Mentira. Todo fue una puta mentira!
Colección Almas nostálgicas
2 comentarios:
Yo voy con mar calmo...pero por aquí las aguas están revueltas.
Un desamor duele y el primer sentimento es mucha ira, bronca, perfectamente plasmada en tus letras.
Siempre es grato leerte y pasar por tu ventana.
Abrazotes mi amigo del mar, que tengas un bello fin de semana!
Hola Cristina: Ja-ja-ja. Algunas veces la pluma sale a pasear y nos vuelve con alguna historia trágica. Pero si que es verdad que en el desamor, en el desencuentro, llevamos mucha ira contenida y nos duelen hasta los pliegues de las sabanas.
Una ola desde el Mediterráneo. Juanjo
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