por debajo de un hilo.
Allá a lo lejos, muy lejos,
se apagaba el fuego en el mar
antes de ir a dormir.
Se cambia la ropa de color
por un oscuro pijama,
y aunque se muere de sueño,
va jugueteando con los tonos del mar
y va sacando desde lo más hondo
colores que emocionan.
Mientras tanto, el cielo está triste,
por verlo marchar
y va haciendo sitio a la luna,
para dejarla entrar.
En las rocas, unas chicas
lo están despidiendo.
Poseídas por la luna, el sol y el mar,
la cabeza les ha trastornado.
Traicionadas por la luz y la oscuridad,
se empiezan a desnudar.
Una de ellas, tumbada
sobre una roca
sobre una roca
con los pies en el agua,
deja que los últimos
rayos de sol calienten su piel.
rayos de sol calienten su piel.
Otra, se puso a bailar
en lo alto de una cima.
Desnuda y descalza,
aireaba entre las manos un mantón,
mientras se contorneaba.
Otras, estaban sentadas
a la orilla del mar,
con las manos entrelazadas
y los pechos desnudos.
Con los ojos cerrados,
escuchaban el silencio celestial
de aquellos mágicos instantes.
Más allá, otro grupo,
sentía el frescor de la brisa del mar
y los rayos que hace el sol,
antes de ir a dormir.
Mientras, todos juntos y a la vez,
mecen el sol entre los brazos
y le cantan una canción de cuna.
Colección Almas nostálgicas
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