Soy de aquellos
que creen en el sonido
del silencio,
de los que escucha
las palabras del viento,
de los que habla con las olas
o de los que ven
a las nubes llorar.
Escribo a la soledad,
para hacerle compañía,
haciéndole la espera más corta
y más dulce la sonrisa.
Y busco a mi alrededor
cualquier pretexto
que me haga hablar
en silencio.
Las montañas también gritan
entre ramas mi nombre,
para que las escuche.
Y esconden entre la oscuridad
los misterios de los bosques.
La luz del día llama mi atención
cegándome los ojos con el sol,
pidiéndome por favor un renglón.
Yo soy, amigos míos:
De aquellos que la gente
piensa que estamos locos,
¡porque nos pasamos horas y horas
hablando en silencio con el viento!
Colección Muñecas de trapo
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