tu esencia me inquieta,
y al cabo de los meses,
lloro sin remedio tu ausencia
y a la maldita muerte.
Te fuiste un día,
y hoy, el silencio
se me hace más espeso.
¡Miro a los ojos a la vida,
pero no la entiendo!
Sí que es hermosa,
¡pero es tan triste el final!
Ahora te pienso,
y te imagino contento.
Puede ser, amigo mío,
que el lugar que ahora ocupas
forme parte de mi nostalgia
y de unos instantes de soledad
en que han querido salir a flote
aquellos bellos recuerdos.
Y ahora te desvaneces en el infinito
de los pensamientos silenciosos,
1 comentario:
Hola, Juanjo, estic fent proves.
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