tu sonrisa me da la fuerza necesaria,
tus caricias me llenan de ternura todo el día,
y tu cariño eleva hasta el infinito mi autoestima.
¡Qué sensación más dulce
la de mirar tus ojos,
qué calma tenerlos enfrente
para volar en su sintonía!
Amo tu vida, amo nuestra vida.
Te siento mía, cerca, muy cerca,
adentro, muy adentro
de mi pensamiento.
Y allí te tengo guardada
como una joya,
como una reina,
como una amapola.
Todo lo que siento
a ti te lo debo.
Sin ti estaría vacío,
no existiría la fantasía,
el oro se convertiría en bisutería,
la esmeralda en pedrería
y la dulzura del beso
amarga se volvería.
Eres la razón de mi sinrazón,
la razón de mi destino, de mi camino.
El agua clara que lava mi cara,
el espejo con el que
me miro cada mañana.
Eres, sin duda,
la presencia de mis necesidades,
la ausencia del dolor de amores,
la llama que me abraza en la cama.
El latido de mi corazón,
el suave suspiro, la leve sonrisa.
¡la musa que me inspira el día a día!
Colección Hablemos de ti
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