EL BAÚL DE LA ABUELA

Sé que no me quieres
y que tus palabras huelen a muerto.
Hace tiempo que lo sé,
por este motivo apenas escribo.
Me siento solo, cansado y aburrido.

Te recordaré cuando haya pasado el tiempo
y añoraré cada uno de tus besos
y esperaré el frío invierno
para sentir de nuevo
las gélidas sábanas sobre mi cuerpo.

¿Sobreviviré? ¡Sin duda,
mi vida será más dura!
Los días de lluvia abriré las ventanas
para renovar el aire viciado de mi cama.

Una primavera cualquiera,
esconderé en el desván
miles de besos y caricias,
en el viejo baúl de la abuela,
y allí dentro, los recuerdos
se irán poco a poco durmiendo...
Pero esto será una primavera cualquiera,
porque hoy toca apechugar
con todo el dolor de mi alma.

Colección Pescador de ilusiones 

"EL RINCÓN DE MIS AMIGOS"

Permitid, amigos,
que coja mi pluma y mi tintero
y escriba en un papel en blanco
lo que la memoria con los años
irá poco a poco olvidando.

Habéis visto mi "casita de campo",
la construí para encender
la llama de una hoguera
y compartir con la buena gente
largas tertulias, vinos y manjares,
alrededor de la mesa.
Sentir el viento acariciar el rostro,
mientras pían los pájaros
y maúlla un gato negro.

También quisiera que esta casa
fuera un remanso de esperanza
para todos aquellos que buscan
en su interior, la paz y la tranquilidad.

¿Qué puedo decir más
sobre mi "casita de campo"?

Pues, que solamente espero de vosotros
una afectiva y sincera sonrisa...
Y que sepáis que existe en la tierra
un paraíso donde olvidarnos
de los mundanos problemas.

Ya veis, queridos amigos,
¡qué sencillo es escribir de cosas
que nos llenan de alegría...!

Y desde este mismo espacio,
os emplazo, cualquier otro día,
en el mismo lugar... y en la misma mesa.
                         
                                                A Isabella y Willy, 30-08-2013.

 Colección Pescador de ilusiones

QUE NO AMOR, QUE YA NO TE QUIERO

¿Tú, amor, me preguntas,
que por qué ya no te quiero?

Vale, cariño, hoy te voy a contar
el porqué de mis razones
y te las voy a poner juntitas
y en orden alfabético.

Pues porque ya no te creo,
porque hay algo en mi corazón
que me dice que no, que no.

Porque ya no te creo,
porque siempre te rodeas de mentiras
y de medias tintas.
Porque no, porque ya no te creo.

Porque me cuentas cuentos chinos,
para engañarme como a un bendito.
Porque ya no te creo,
porque no me cuadran tus horarios,
ni que siempre tengas tanto sueño.

Porque no, porque ya no te creo,
porque pienso que me estás tomando el pelo.
Porque no, porque no creo
que después de tantos días,
no nos podamos haber visto más tiempo.

Siempre me dices que me quieres,
pero no es cierto.
Cuando de verdad se quiere,
uno daría la vida por el otro
y dejaría el alma en cada reencuentro...
Y no se queda dormido todos los días,
dejando tirado al otro como a un perro.

Porque no, porque ya no te creo,
porque tú a mí siempre me mientes...

¿Te has enterado, cariño, del porqué?
Pues porque no, porque ya no te creo,
ni tampoco creo que tú a mí me quieras,
como yo a ti te quiero...

¡Vamos, ni muchísimo menos!

Colección Pescador de ilusiones 

TENGO QUE INVENTAR UNA PALABRA (Poema)

¡Buenos días, sirenita!

Hoy será un gran día,
seguro que tú estás dormida,
porque es muy de mañanita,
pero no importa, querida,
porque lo que tengo que escribirte
servirá para alegrarte el resto del día.

Decirte que te quiero,
sería soso y aburrido,
esto se lo dice mi vecina a su marido...
¡y está loco perdido!

Tengo que inventar
alguna palabra nueva,
que nunca antes hayas oído...
Y esto no es fácil, cariño,
tendría que ser yo un genio
y tener mucho ingenio
para inventar una palabra
que con dos letras
diga lo que por ti siento.

¡Y es que es muy grande
y profundo, lo que a ti te quiero!

Colección Pescador de ilusiones 

NUNCA ME CANSO DE ESCRIBIR SOBRE TI

Bueno, cariño,
hasta aquí puedo escribirte.
Y no será por ganas,
que de esto voy sobrado,
porque escribir sobre ti
es lo que más me agrada.

De estos ojos tan hermosos
con que me miras de reojo
cuando crees que no te miro
o de esta carita de niña buena que pones
cuando te contemplo con deseo
o de estos pucheritos que me haces
cuando no te hago caso.

Y es que escribir de ti
forma parte de mi vida cotidiana,
porque me obsesionan estos movimientos
de cadera que me hacen perder la chaveta.

¿Ves, cariño, como no es fácil
dar por terminado este poema?

Sigo y sigo, sin darme cuenta
que el tiempo me tiene atrapado,
escribiendo de tus formas exuberantes
y de este andar fino y elegante
con que me deleitas.

Ya ves, amor mío,
que no pierdo detalle
de tu cuerpo impresionante
y que mi pobre pluma
por mucho que lo intente...
¡nunca hará  justicia
a tanta hermosura andante!

Colección Pescador de ilusiones 

EN UN MUNDO NUEVO

En un mundo,
como ahora el nuestro.
Con caminos paralelos,
el viento reivindicará
un soplo de talento.

Solo, irreversiblemente solo,
reconstruiré un universo opuesto,
donde solo, tengan cabida
nuestros cuerpos etéreos.
Sonidos de cascadas,
aves del paraíso.
Las olas romperán
las dunas de arena,
acumuladas durante siglos.

Ya nunca más,
ninguno de los dos,
presos en la inmensidad,
volverá al mundo real.
Perdidos en un espejo
daremos rienda suelta
a una nueva forma de vida,
donde las penumbras darán paso
a una luz esperanzadora.

Y volverá a triunfar
de nuevo el amor,
en la última página del libro
de mi particular cronología.

Colección Pescador de ilusiones 

DOS CAMINOS

A mi vida se le han unido dos caminos:
el de día, hacia el mar,
y el de la noche, que me devuelve a la montaña.
Y es que la paz de mi alma
ya hace tiempo que me abandonó,
justo el mismo instante
en que la luz de sus ojos me cegaron.

La luna con voz de sirena
me llama hacia sus brazos
y me arrastra sin remedio
hacia sus encantos.

Ando perdido, soportando
mi corazón atormentado
y me paro en medio del camino
y siento la terrible duda de 
si ella de verdad me quiere.

Siento el fuego de su piel sobre mi piel
y el crujir de mi cerebro
en cada uno de sus besos.
¡Y es que me mata la dulzura de sus dedos
y me pierdo en el camino de regreso!

Soy a fuerza de viajes, un buen caminante
y sufro en mi rostro el polvo del camino
y a cada despedida, me siento más vacío.

Al llegar, nervioso y tembloroso
necesito tocar con mis yemas
el ardor de sus encantos
y es entonces cuando me siento
frágil y prisionero de sus juegos
y me derrumbo sobre la cama
esperando morir bajo su mirada.

Descanso bajo un pino, y cierro los ojos
para volver a sentir la ola de sus labios
para que me devuelvan el aliento... 

Colección Pescador de ilusiones