sábado, 25 de septiembre de 2010

DEJAD EN PAZ MI PLUMA


Dejad que invente mi propio mundo
sin ataduras de manos ni  pensamientos,
y dejarme viajar por parajes
de los que nunca más sabré volver.

Dejad que la tempestad golpee mi rostro,
la lluvia moje mi cuerpo, que el sol seque mi ropa
y que  mis pasos se adentren bosque adentro.

Dejad mi corazón en libertad como paloma,
en busca de nuevas almas
para  luego quemarlas entre cenizas y fuego.

Dejad que mi pluma llore, cante, baile y se embriague.
Dejad que sueñe, que sufra y se enamore.

Dejad que mi pluma corra por los cielos
y que me acerque a lo imposible
y a lo invisible.

Dejad que me acompañe hasta el último viaje
desde donde os mandaré mis mensajes
de ultratumba.
Colección Hablemos de ti

lunes, 20 de septiembre de 2010

MEDITERRÁNEO

Luz penetrante,
mar en calma,
gente desenfadada,
rincones del Mediterráneo,
donde la paz se siente
entre las sombras de los pinos,
dentro de los bares,
o en charlas de pescadores,
curtidos desde su infancia
sobre las aguas.

Sol asesino
de payeses labrando
bajo su pesada carga,
quemando su piel,
por la tradición de sembrar
en la tierra de sus antepasados.

Campos de blancura de nieve,
en valles de almendros floridos,
compañeros de iglesias centenarias,
que avisan a los campesinos al mediodía
para refrescar sus gargantas polvorientas.

Trajes tradicionales,
bailes antiguos,
cánticos que han ido
paseando por generaciones,
al igual que han heredado el arado.

Casas blancas cubiertas por
mil pintadas de cal viva.
Gallos madrugadores,
que avisan al pueblo de
que ha roto el alba.
Mujeres cubiertas por mil ropas,
para tapar su piel blanca e inmaculada.

Refugio de calma,
de meditación
o simplemente de nada.
Contemplar un paisaje,
respirar el aire dulce y suave,
dejar que la brisa del mar
deje en las mejillas
el olor a sal salvaje.

Pozo de tradiciones,
de costumbres que no mueren
porque forman parte
de la vida de sus gentes.
Atardeceres que llenan el alma
de un esplendoroso sosiego.

En verano,
la luz del Mediterráneo
es fuerte al mediodía,
en invierno tenue,
y en primavera se convierte
en compañera de viejos
que pasean bajo su cálido manto.
Colección paisajes de mujer

LUNA TRAIDORA

Coge mi mano,
que el día se apaga,
disfruta de este espectáculo,
de ver cómo muere
entre luces doradas
y da paso a las sombras.
Los barcos se recogen
en el puerto hasta mañana.

Las sombras desaparecen,
la gente vuelve a sus casas,
la calma vuelve a las calles,
ya nace de nuevo la noche,
con su luz callada.
La luna vigila,
¡que empiece la jarana!

Luna traidora,
cómplice de ladrones y amantes.
Cubre con su negra capa
ingenuas caricias,
besos complicados,
cuchillos teñidos de sangre.
Transporta entre pasajes
explosivas sonrisas
de mujeres ardientes,
de miradas de amor,
versos de jóvenes pretendientes.

Testigo de adulterios,
de mortales accidentes,
paseos de adultos,
de juegos de niños inocentes.
Compañera de eróticas charlas,
de orgías,
cuentas pendientes,
gays transformados,
borrachos desamparados,
que la tienen como diosa aliada.

La luna cuida desde
su oscuro cielo,
de unir entre penumbras
a todas las almas,
amantes, curas, militares,
asesinos y currantes.
La noche trae
para cada uno de ellos,
la desesperanza
de la mañana siguiente.

Coge mi mano,
que la noche fallece
como cada día,
cuando aparecen
los primeros rayos de colores,
allá a lo lejos,
en el horizonte,
la luna se esconde,
como toda aquella gente,
mientras el día amanece.
Colección paisajes de mujer

UNA HOJA EN BLANCO

De noche, sentado en el balcón,
leyendo el diario de mi vida,
pasando las hojas,
vi cómo una de ellas estaba en blanco,
miré al horizonte,
subí mi mirada al cielo
y recordé lo que en aquel papel
me olvidé escribir.

Me quité las gafas,
encendí un cigarrillo,
un suspiro me tranquilizó,
fijé el libro delante de mis ojos,
como queriendo leer
en aquella página perdida.

Guardo un secreto en mi diario,
pero no en el corazón.
Fuiste una ilusión
que alumbró mi camino;
contigo recordé que
el amor muere solo una vez,
que la vida estaba hecha
de ilusión y pasión.

Te guardo a través del tiempo
como si fuera ayer,
tus gestos, el color de tu piel.
Yo viviré sin ti,
porque así lo ha querido el destino,
pero olvidarte nunca podré;
siempre vivirás en mí,
no puedo dejar de soñar en ti.

Fuiste un trozo de tiempo
que pasó por mi camino,
de tus raíces en mi corazón
todavía no sé por qué,
con otras mujeres,
buenos momentos también pasé,
y ahora ninguna de ellas
puedo recordar.

Ahora con el libro de mi vida
entre mis manos,
una hoja en blanco me ha hecho recordar,
que algún día la tengo que terminar.
Colección paisajes de mujer

COMO AQUEL PRIMER DÍA

Quisiera retener en esta página desconsolada
algo que deje huella, algo diferente,
como lo que nace ahora en mi mente.

Impregnar sobre esta cuartilla
la fuerza que noto
en los rasgos de tu rostro.

Escribir en un papel
aquellas palabras que ayer me decías,
antes de que la pasión
borre aquellas frases tan bellas
que acariciando mis labios, componías.

Dejar constancia de que
todas aquellas noches existían,
y para que no creas que
todo era pura fantasía,
con este poema doy fe,
de que siento lo mismo
hoy...como aquel primer día.
Colección paisajes de mujer

JAULA DE PENSAMIENTOS

Quisiera zambullirme en el fondo
de tus ojos negro azabache,
he impregnarme de su miedo invicto
la pureza de su talante.

Abre tu corazón y respira
el aire fresco de la libertad,
deja pasar a través del verso
este beso enamorado.
No cierres tu ventana
a esta romántica balada,
 vive con con ansiedad
desde tu morada,
esta superficie que oculta
inéditas plantas,
que nacen hermosas
para resaltar el aroma de tu persona.

Libera tu sufrimiento y rompe al viento
tu jaula de extraños pensamientos,
que has ido encarcelando a través del tiempo.
Colección paisajes de mujer

domingo, 19 de septiembre de 2010

CÁLIDO MANTO

Yo a ti te quiero, tú a mí no tanto...
Y aunque quisieras robarme
todo lo que siento,
no podrías quitarme lo que a poco
los dos hemos ido creando.

Es difícil olvidar
tantos momentos de felicidad,
como cuando me dejabas jugar
sobre tu suave y cálido manto.

Es tu cuerpo con mis labios
los mejores paisajes que dibujé,
que nunca podrás borrar
porque se han grabado en tu piel.

Conseguí parar el mundo a tus pies,
sequé tus lágrimas,
ahogué tu llanto en mis brazos,
y dejé que me amaras
con tu dulce encanto.

Por todos estos años,
por todos tus caprichos,
por todos nuestros recuerdos
quisiera oírte decirme al oído...
"Yo a ti te quiero, tú a mí no tanto..."
Colección paisajes de mujer

VERSO A VERSO, BESO A BESO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO. Si la memoria no me falla, queda lejos, muy lejos, aquel primer verso que nació fruto del amor con el primer bes...