Vaya follón están liando entre los unos y los otros, lo digo por el tema del rapero Pablo Hasèl. Los unos, son algunos políticos que desde sus inmunes púlpitos apoyan la reyerta a cara descubierta y los otros, los rebeldes sin causa, son los violentos, imberbes con la cara tapada y al servicio de los manipuladores.
Estas manifestaciónes, como muchas otras, se montan y se dirigen desde la clandestinidad y la cobardía para caldear la paz y el orden del pueblo. Usan a grupos organizados de delincuentes a los que se les unen otros payasos para echar más lecha al fuego y así organizar el caos.
Su formas de ataque y defensa esta basado en guerrillas organizadas para hacer frente a la policía y dañar la seguridad de los ciudadanos. Quemar mobiliario urbano, destrozar escaparates e incluso el hurto son su especialidad. Han "incendiado" a media España en cuatro días con la escusa de liberar a este tal Pablo que no lo conocía ni su vecina. Pero desde las altas esferas lo han elegido como mártir, porque ha sido condenado a prisión por haber compuesto un rap que pone a la monarquía entre otros a bajar de un burro. Y algo tan simple y sencillo que va contra las actuales leyes españolas les ha bastado para que arda Troya en un intento desmesurado de violencia para que desde el senado cambien las leyes de la libertad de expresión.
Estoy convencido de que la mayoría de estos grupos violentos no han leído un libro en su vida, ni han ido a ver una obra de teatro ni a un concierto, como mucho a algún Karaoque a tomar unas cuantas birras y fumarse unos porrillos. Además es evidente, porque una persona civilizada con dos dedos de frente se manifiesta pacíficamente. Porque de lo que se trata es que desde el gobierno se cambien las leyes y no en las calles a pedradas.
Yo sigo erre que erre. Aquí hay gato encerrado. Alguien está intentando manipular a la plebe y esto es muy peligros y más, mucho más, si esta manipulación llega, supuestamente, desde las entrañas del gobierno. Vamos a ver, que a lo mejor me equivoco y pago los platos rotos. O no.
Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.
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