Tic, tac, tic, tac.
Dong, dong, dong, dong...
¡Ya ha llegado, ya esta aquí!
Puntual como cada año,
tanto si llueve como si hace sol.
Da igual de donde venga,
sale de un portal o
de una esquina de cartón.
¡Impecable, inflexible!
Engulle las horas y los días.
Le es indiferente que sea
lunes, martes o jueves.
Le da igual encontarte contento
o enfadado, vivo o muerto.
Con él de compañero,
he ido labrando el camino.
Mas nunca me deja tranquilo,
y como un péndulo, me tiene asustado.
Hoy estoy bien, no me sabe
mal que haya venido,
¡incluso me hace gracia!
¡Cabrón, qué feliz he estado
cuando te he visto entrar!
No me atrevo a preguntarle
cuándo será la última vez
que vendrá a casa a saludarme.
Nos damos un fuerte abrazo,
y si hace falta, hasta bailamos ¡un tango!
Soplaré las velas y un flash
inmortalizará el momento.
Saldré sonriente porque él,
por fortuna, nunca da la cara.
Tic, tac, tic, tac.
Impecable, inflexible, se va
tragando mis horas y mis días.
Tic, tac, tic, tac.
Colección Puntas de lápices
2 comentarios:
Hola mi querido amigo, leí tu poema y creo que usaré solo un calificativo "magistral".
Te dejo un fuerte abrazo y te deseo un hermoso comienzo de semana...la ola te la sigo debiendo están espantosas!
Hola Cristina.
En el fondo el "umpleaños" nunca sera un buen compañero de viaje, te sigue pacientemente mas allá de la muerte.
Te mando un abrazo agarrada a una ola. Un millón de besos para ti y tu familia
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