como un extraño
saliendo de tu cama
cual fantasma.
Entonces, recordaré
entre sonrisas y lágrimas
los besos a mi llegada,
las tardes de calor,
las duchas de agua fresca,
las largas noches de charlas
y los sobresaltos a cada
ruido inesperado.
Nos consumían
las caricias, las miradas
y las mil maneras diferentes
que empleabas para decirme,
poco antes del alba:
-¡No te vayas!
Acabaré entre las penumbras
de lo incierto,
arrastrando mi dolor
sin vuelta atrás
por no haber sabido
decir a tiempo:
-¡¡¡Basta!!!
Colección Muñecas de trapo
No hay comentarios:
Publicar un comentario