viernes, 17 de noviembre de 2023

QUÉ SABRAN ELLOS DE BESOS Y LETRAS.

QUE SABRÁN ELLOS DE BESOS Y LETRAS.                  

Tú dirás lo que quieras, pero la poesía romántica no se lleva. No es que no guste, pero estas letras te dejan la mente en blanco, las piernas temblando y el corazón partido y esto, esto no interesa porque se diluye la conciencia. La pena más grande es que se pierden las buenas costumbres entre los enamorados y los poemas del amor han pasado de moda con el paso del tiempo:

"Ya nadie pierde el tiempo a la luz de la luna mirando fijamente estos ojazos como perlas y contandole a las estrellas lo bonita que eres".

Y luego dicen que no se lleva. ¡Madre mía! Qué sabrán ellos de besos y letras. 💃🏽

Juanjo Cardona.

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA. 

viernes, 10 de noviembre de 2023

NUNCA DIGAS, NUNCA JAMÁS.

NUNCA DIGAS, NUNCA JAMÁS.

No, no fue fácil verme solo y desolado. Todo aquello truncó el curso normal de mis felices días. De pronto, me quedé sin ideas y vi el mundo en blanco y negro. Me mire en el espejo y no reconocí aquel viejo. Decrépito y abandonado como un pajaro en medio de la nada, el dolor del abandono y la soledad del momento, no me daban tregua y seguía urgando en la llaga.

Igual que un ciego puede encontrar el camino para salir del atolladero, pensé en vano que mi amada volvería a mis brazos para hacer las paces y volveriamos a los tiempos en que todo fueron carantoñas y dulces besos. Ingenuo.

No podía ver más allá de mi estupidez y nada tenía sentido, porque por más veces que abriera la ventana a la esperanza, no daba con la tecla adecuada y llegué a pensar en tirarme al rio o ahogarme en la playas más cercana. O maldecir mi suerte en asusto de amorios, por no ser capaz de mantener una relación estable más allá de mis buenas intenciones, y es que a la más mínima me dejaste tirado en cualquier esquina, como a un perro sarnoso.

A final de cuentas, decidí encerrarme en mi mismo y pensar como un adulto y dejar de lamentar mi mala suerte y mi poco seso en temas de amores. Y así volví sobre mis pasos de vuelta a mi casa con la lección aprendida: 

"Si llegaste a ser feliz con alguien que no te merecía, imagina si un día dieras con alguien que llegara a amarte, como tú merecés ser correspondido".

Juanjo Cardona.

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA. 

martes, 7 de noviembre de 2023

BESOS REBELDES CON CAUSA

BESOS REBELDES CON CAUSA

Son los besos, los besos despreciados por otros besos tiranos que quieren ser eternos en los labios de su amante.
Son besos rebeldes, que no quieren ser desterrados a labios desérticos de un lado a otro sin ser bien allados. 

Besos, besos que no quieren ser esclavos, ni mal pagados por unas migajas de labios engreidos. La vida del beso es efímera, no se regala ni se entrega a cualquiera que los desee. Agoniza entre labios estupidos, pero daría el alma por convertirse en un beso retorcido.

Los besos, los besos se diluyen o se acumulan en boca de otros labios. Los buenos se evaporan, los no deseados van a parar a una fosa común para ser reciclados. Los besos condicionan y no hay tiempo para huir ni escoger los labios. 

 ¿Cómo quieres elegir los besos si salen a borbotones? Cómo quieres saborearlos si unos saben a miel con queso y otros ni te cuento.

 Los besos, los besos, son para comertelos con los dedos. 

Juanjo Cardona

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA 

viernes, 3 de noviembre de 2023

LA VAMPIRESA QUE VOLÓ HASTA MI CAMA

LA VAMPIRESA QUE VOLÓ HASTA MI CAMA. 

Era una noche de luna llena, de murciélagos y vampiros merodeando por el cielo. De repente, sin saber ni como ni de dónde, se posó sobre mi cama una vampiresa, la más bella de la bandada. Doy fé de ello.

Quedé inmóvil y en babia, sin mentar palabra ante tal extraña criatura, mientras me cogía de la mano. Estaba claro que yo corría un peligro eminente. Se me bloqueó la mente y las pulsaciones se me pusieron a cien, ante la posibilidad de que la vampiresa se cebara con mi cuello y me chupara la sangre. ¡Horror, terror y pavor! ¡Qué noche, la de aquel día!, Me esperaba una trágica muerte con los colmillos de tal bella vampiresa incrustados en el cuello. Y allí estaba yo entregado a mi suerte, sin solución aparente.

No quisiera que nada borrase de mi mente los recuerdos de una noche de luces y sombras. Porque no tan solo fueron sus ojos a juego con el cielo azul intenso, ni tan siquiera su larga melena negra azabache que cubrían sus pálidos hombros, los que alentaron una muerte segura y serena para mi pobre espíritu. 

Ni que decir tengo, que sus labios eran del color rojo más intenso que había visto jamás de tan cerca, que solo con mirarlos daban miedo besarlos. ¡Que no, que no! Que tampoco fueron sus pezones de altos vuelos los que me fueron animando a seguir vivito y coleando. Que digo, que ni en mis más arriesgadas escaladas, había corrido tanto peligro coronando cimas mucho más altas, como por las que trepé por las laderas de los pechos de la vampira.

Que no, que tampoco era eso, que yo estoy curtido en mil batallas. Pero es que su vientre liso y fino me tenía alucinado mientras sus piernas se iban entrelazando con las mías, a la vez que sus alas me abrazaban sin remedio hacia una muerte segura. Al fin y al cabo era lo normal: yo un simple mortal y ella una criatura diabólica tumbada sobre mi cama. ¿Qué final podía esperar yo en tal mortal historia?

A la hora de rezar las oraciones de mi infancia para que se me perdonaran mis pecados, sus colmillos se acercaron inexorablemente a mi pescuezo para terminar de una vez por todas con mi vida. Ella se cebó con mi cuerpo y mi alma, y mientras me encomendaba a Dios, la vampira se ensañó conmigo como si no hubiera un mañana e intento por todos los métodos imaginables acabar con mi vida, abrazando sus alas al rededor de mi cuerpo para dejarme sin aliento. Se engrescó con mi, ya de por sí moribunda existencia, hasta que apareció la primera luz del alba, que salvo mi vida en el último instante. Fue entonces, cuando la vampiresa abandonó mi cama gimiendo como una posesa. Y alzó sus alas al viento alejándose, hasta desaparecer entre los muros del castillo de Dalt Vila.

Juanjo Cardona. 

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA.

domingo, 15 de octubre de 2023

TINTAS DE COLORES.

TINTAS DE COLORES

Todas mis amantes vivieron la experiencia de "las mil y una noche" escritas a drede para relatar sus propias "historias de mentira". Que no será por no escribir, pero confieso que algunas solo buscaban de mis dedos el arte de las letras, algo que embellece mi mente y deja en entredicho mi cuerpo.

Tanto daba que vinieran del monte o de los llanos, como si habitaban en la ciudades. Al igual que lo hacíeran de algun pueblecito de pescadores o de lugares lejanos, más allá de lo ireal.
Amanda, Coral, Lorena, Esperanza, Justina, Lourdes, Eustaquia, Elena o Pepona. Disfrutaban lo mismo jugando en la arena, a la luz de la luna o a la sombra de un bosque encantado bajo un pino verde. Cualquiera de ellas, estaba anonadada de vivir su propio cuento, fruto de una mente iluminada de relatos de amor, de fantásticas aventuras o de cuentos de hadas.

Barcos navegando con cien cañones por banda, repletos de piratas en busca de tesoros, bodas de pobres doncellas con principes encantados. Locos devaneos pasajeros de amantes de una sola noche o camas repletas de jugones sexuales. 
Cada cual, eligió su propio personaje; desde doncella inexperta, hasta postituta de mente retorcida.

Algunas, tiempo despues, algunos pasaron a mejor vida: Unas encontraron nuevos pretendiente, otras siguen colecionando amantes e historias increíbles dignas de ser publicadas en fascículos semanales.
La sirenita, la vampiresa, la criada, la secretaria, la lista, la tontita. Algunas, creo que me llegaron a amar, otras simplemente me estimaron, pero bien os digo, que la mayoria, ni se enteraron de que existía.

Todo en la vida es fruto de la ilusión y la mente. Yo solo vendo tinta de colores y eso, no tiene precio. Tú eliges como, cuando y donde y yo te acompaño en un gran viaje con mi pluma en ristre.

¡Qué empiece la aventura!

Juanjo Cardona.

Colección: HISTORIAS DE MENTIRA.

viernes, 13 de octubre de 2023

NOVIOS, ¡SOMOS NOVIOS!.

NOVIOS, ¡SOMOS NOVIOS!

Pido a la divina providencia un empujoncito, para que me acerque a mi amor platónico, que me dé la luz suficiente para decirle con palabras sencillas algunos de mis múltiples sentimientos. 

Que no debo ser yo muy espabilado para estos menesteres y la chica bien vale pena, pero esta extraña sensación me enmudece por no estar a la altura de tan bella criatura. Me avergüenzo de este cuerpo desgarbado que visto y calzo, que ni siquiera gusté a mi madre el día del parto.

 Como bien os digo, que no os extrañe, que no sea un buen pretendiente para nadie que aprecie la belleza y la riqueza, que ando escaso de ambas virtudes. Aunque de verbo y de letras me la juego con cualquiera, si me dejan acercarme y abrir la boca, la puedo liar "parda" y me llevo el gato al agua.

Claro, aunque rara vez me han dejado embelecer en brazos de damisela alguna y ando escaso de experiencia en el arte del amor físico y sería extraño acertar en el primer invite por falta de práctica. Que para todo, la experiencia es un grado y a mí parece ser que no estoy mencionado, a la entrega de diplomas de sexo.

Esta es la razón por la que pido ayuda divina o humana, para que me dé el valor suficiente para pedirle una cita y darle a conocer mis buenas intenciones, que no son otras que darme a conocer mis virtudes, que de tener, debo de tenerlas. Digi yo. Y sea ella, la qué decida si soy un hombre de buenas condiciones para merecer su confianza.

 Aquella mañana, me levanté envalentonado, como no recuerdo antes. Me miré al espejo y no me vi tan desgarbado, tal vez, aquella noche, algún santo en el cielo, escucho mis plegarias e hizo el milagro de recomponer mi cuerpo. Me vestí para la ocasión y tire para adelante para llevar a cabo la misión más importante de mi vida, que no era otra que conquistar a la chica que amaba en silencio desde párvulos. Asustado, salí de casa en busca de la primera gran aventura amorosa de mi vida.

El primer intento fue un auténtico fracaso, no llegue ni tan siquiera a acercarme. A pocos metros me di la vuelta y huí agazapado como un ladronzuelo. Recordé que nadie quiere a los cobardes, di otra vez la vuelta y fui a por ella con la actitud necesaria. Craso error, porque a mitad del camino me temblaban las piernas como un flan. Y fue entonces que saque fuerzas de flaqueza y pensé, que a la tercera iba la vencida y llegue hasta mi chica haciéndome el encontradizo.  

- ¡Oh, qué casualidad, Pepi! No esperaba verte por aquí a estas horas. 

- ¿No? Es que yo vivo justo arriba, en casa de mis padres. Pero tu hace años que lo sabes, porque somos vecinos ¿Y tú que haces aquí, tan lejos de la tuya? - Preguntó Pepi extrañada de mi presencia y soltando memeces.

- Pues, creo que me he perdido y ahora no sé si sabré volver a casa a la hora de cenar. Y al verte he pensado en pedirte ayuda. 

- ¿De verdad me lo dices? Pepe, tu vives dos calles más abajo. ¿Qué te pasa? ¿No habrás bebido?

- ¿Sabes? Es que he perdido la memoria y no sé ni lo que me digo. Es que quería hablar contigo y no me atrevía y solo digo tonterías, una tras otra. Pero te juro, que si me das tiempo y me concedes una cita, prometo hacerte reír e incluso puedo hacerte un plano de donde vivo, por si vuelvo a perder la memoria.

- Pues la verdad es que lo estás haciendo muy bien. Al menos eres original y divertido. Aunque te estás liando un poco. ¿No crees?

- De verdad, no te has enfadado conmigo. Es que llevo mucho tiempo ensayando la puesta en escena para conquistarte y me parece que me esta saliendo todo un desastre. Pero es lo que tenía más a mano. Si quieres, vengo mañana y lo intentamos de nuevo y de paso, voy practicando toda la noche.

- No, déjalo. Creo que no podía quedarte peor. Fíjate que me has convencido y acepto esta cita que me has ofrecido. Con tal de no repetir esta escena tan patética.

- No me lo puedo creer, ¿no te estás quedando conmigo? Porque yo llevo mucho tiempo intentando hablar conmigo. Y no había logrado quitarme el pánico de hacer el ridículo.

- Ya me había dado cuenta y hace tiempo que esperaba que te lanzaras, pero veía que eras algo tímido y lento. Y he tenido la santa paciencia de esperarte bastante tiempo. Eres un poco cortito, bandido. Pero me gusta tu talante. 

- Y feo y desgarbado, pero estoy enamorado de tus huesos y te vas a desmayar si te sigo diciendo del tirón todo lo que siento. Pero te prometo, que conmigo a tú lado, tú y yo, viviremos en un dimensión lunatica diferente.

- No te pases, que te estás montando tu propio circo y llevamos dos minutos siendo novios. 

- ¿Novios? ¿De verdad somos novios? ¿Puedo besarte para confirmar eso de que somos novios? Porque a falta de escrituras del pacto de noviazgo, no hay nada mejor que firmarlo con saliba.

- Bueno, pero un beso pequeñito. Que veo que te estás viniendo arriba y mi madre vive en el segundo piso y no quisiera que nos tirará un cubo de agua fría al segundo beso. 

- Vale, vale. Lo que tú me digas. Que ahora tengo miedo de volver a casa y pensar que todo a sido mentirá. Seguro que no duermo en toda la noche. 

- ¿Quieres que te pellizqué? 

-Vale, no sea que todo esto sea un fraude. Al menos, lo del beso ha sido real y no se ha desvanecido el mundo a mis pies. Lo del pellizco también tiene su morbo. ¡Prueba!

- ¡Toma pellizco!

- ¡Ayyyy!  ¡Joder! Tampoco hacía falta que le pusieras tanto empeño. Pues sí, somos reales, los dos y los besos. Que lo sepas. Y ahora no te vayas a volver atrás.

- Tengo que volver a casa, poco antes de que den las diez. Que bajara mi madre y ella no entiende de amores ni besos. Si quieres mañana seguimos hablando. Y te doy más besitos, que veo, que a ti te gustan mis labios. 

- ¿De verdad, que eres mi novia? Me estoy poniendo nervioso. Que sepas que en esto de los besos tengo poco práctica, pero prometo ponerle mucho interés y comerte los morritos.

- Te lo juro por lo más sagrado. Tú y yo somos novios. ¿Te vale esta declaración de amor eterno?

- Júramelo por Snoopy.

- Te lo juro por Snoopy y por lo más sagrado. Que me gustas mogollón y que me "parto" contigo.

- ¿Puedo quedarme a dormir en tu portal?

- ¡Vale! Noooo, no puedes. Que solo somos novios de un rato y mis padres no te conocen y se extrañarían de verte tumbado mañana en el rellano de la escalera. ¿No te parece?  

- Bueno, si tú lo dices. Entonces, ¿cómo quedamos mañana para vernos? 

- Pues donde nos vemos todos los días, en la pastelería donde trabajo, y si vienes antes de las once, pedemos salir a desayunar juntos. Eso, si no vuelves a perder la memoria. Mira que eres tonto, Pepe. 

- No, si ya me acuerdo perfectamente, pero es que me duele tener que dejarte ir. Solo llevamos media hora de novios y ya me dejas a mi suerte. Esta noche voy a escribirte un bonito relato de amor en donde tú serás mi princesa y viviremos en un castillo hecho de chuches.

- Pepe, despierta, que mi padre me está llamando desde el balcón. Tu tranquilo, que ahora sabes que soy tu novia y dejaré que me escribas lo que quieras. 

- ¿Quieres ser mi musa? 

- Pepe, esta noche lo vamos a dejar en novia, mañana seguiremos hablando de lo de la musa, que tú vas a una velocidad que yo no puedo seguir. Pero prometo quererte como nadie te a querido en toda tu vida. ¿Que te parece?

- Me das otro beso de buenas noches. 

- Mira que eres pesado con los besos, llevamos una hora juntos y te llevas media docena de besos y no te vas a tu casa, ni con agua caliente.

- Pero que conste que en contra de mi voluntad. Que en caso de que te vuelvas atrás, tengo todo la conversacion grabada en el móvil. 

- ¡Madre mía! Dónde me he metido, tú estás loco, loco de remate. Tu no eres mormal, tu vienes de otro mundo.

- Si, un poco sí, pero te quiero con la misma locura con que hablan los humanos.

- ¡Te quiero, tonto! Y prometo soñar contigo. Y ahora te vas corriendo a tu casa.

- Pues con esto, tengo suficiente para verte mañana. Me gustas, Pepi. Y no te olvides que mañana cuando me veas,
que nos hemos hecho novios de verdad de la buena 

- ¡¡¡ Mira que eres pesado!!! Que si, que siiiii, que te vayas a dormir a tu casa. Que llevamos una tarde de novios y ya me estoy arrepintiendo.


Fin

Juanjo Cardona.

miércoles, 11 de octubre de 2023

SI TÚ ME DICES VEN LO DEJO TODO, O NO.

SI TÚ ME DICES VEN LO DEJO TODO, O NO.

Quien dijo que la distancia es el olvido, es que rara vez amó ni fue correspondido como es debido. Porque, el que más ama, raras veces olvida la ausencia de un amor perdido.
Activa los cinco sentidos en la soledad de la distancia y dispara el recuerdo de un amor que nunca fue de buen recibo. Enciende el corazón en llamas, retroceden los recuerdos y se amontonan los besos que nunca fueron devueltos a su debido tiempo. 

Y sigues preguntando el porqué de tal desamor, con lo fácil que hubiera sido llevarme a rastas hasta un acantilado y me hubieras dejado abandonado junto al precipicio. Pienso, que todo hubiera sido más sincero si te hubieras despedido con un beso, y si te he visto no me acuerdo. Y no estaría ahora sufriendo por si cualquier día volvieras y no estuviera preparado para mandarte... a tomar viento.

Te prometo que no es odio lo que siento, que más bien es un leve resentimiento por alguien a quien amé como un primerizo y al final no fue correspondido. ¡Ve con Dios! Qué te vaya bonito, que si lo que me distes durante nuestro amorío, es todo lo que tienes en tus adentros, te auguro; que andas escasa de virtudes para encontrar novio y ni hablemos de marido.

Juanjo Cardona.

Colección; HISTORIAS DE MENTIRA.

VERSO A VERSO, BESO A BESO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO. Si la memoria no me falla, queda lejos, muy lejos, aquel primer verso que nació fruto del amor con el primer bes...