jueves, 21 de octubre de 2021

HOY HA SIDO UN DÍA PARA LA NOSTALGIA

Aquel día se volvió confuso, no dormimos en toda la noche y la habitación estaba sombreada por una triste luna recortada. Sonrisas y caricias nos distraían del correr de las últimas horas juntos en un reloj desenfrenado. 

Mañana, querida, empezarán los llantos y las promesas de amor eterno, se iniciará la cuenta atrás de nuestro idilio. El otoño se despedirá con fina lluvia sobre los árboles despoblados de hojas y algunos rayos de sol se divisarán en un mar cubierto de niebla. La isla se vestirá de terciopelo azul oscuro en señal de luto. Las calles, aun vacías, nos conducirán hasta la solitaria playa. Se repetirán los tópicos de los besos, de las lágrimas y un lento peregrinaje se convertirá en promesas de amor a través de los siglos de los siglos.
 
Las tinieblas lo envolverán todo, no quedará mar más allá de la playa, ni montañas más allá de los pinos, ni luces que nos guíen más allá de las rocas. Pero siempre nos quedará el recuerdo de una cajita de cartón con un lazo de seda roja con dos anillos, en donde guardaremos celosamente imágenes y secretos imborrables. Eso fue, querida, todo lo que nos llevamos de aquel amor con el que soñamos que sería interminable.

Ayer, querida, volví al mismo lugar donde vivimos aquel romance de juventud y siguen habiendo las mismas callejuelas, tal vez más poblado. Pero a pesar de los años transcurridos, recordé tu cuerpo desnudo pasear por la orilla de la playa de mi isla tranquila.
 

  Poemas: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

domingo, 17 de octubre de 2021

EL REFLEJO DEL ESPEJO

¡Vaya mal rollo con que he despertado! Me he mirado en el espejo y solo veo pellejos y huesos. Y me extraña, pues mi mente no es tan oscura y si no me he vuelto loco, es porque enfrente del reflejo no me veo tan decrépito. Si fuera por uso, no tendría sentido. Sí que es verdad que en algunas ocasiones he abusado de mi cuerpo, también es cierto que luego lo he cuidado como un templo. Visto así, y sin motivo aparente, mi mente me debe de estar engañando, porque no es justo que por cada día vivido, a mis mejillas las haya condenado a un año de trabajos forzosos. 

Aunque fuera cierto que mi cuerpo haya envejecido, no lo sería menos, que tengo un corazón de niño. Y si fuera el caso, que no será, que en breve mi alma partiese, no habría amigo ni enemigo que no reconociese que tuve un buen talante con todos ellos. Tal vez, las malas influencias del pasado han hecho que me mirara en el espejo equivocado. ¡Maldito reflejo! ¡Que se ha cebado conmigo, semejando mi imagen al de un anciano!


La próxima vez espejo endemoniado que reflejes mi desdichado retrato ¡Te juro que te romperé en mil pedazos!
 


Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

miércoles, 13 de octubre de 2021

UN DIA CUALQUIERA EN EL BAR DEL PUEBLO

Desde el bar de mi pueblo, sentado, se divisan los montes de pinos que rodean el valle cubierto de amapolas y margaritas blancas. Desde aquí y hasta donde alcanza la vista, veo a niños jugando con una pelota de trapo ensuciándose los zapatos de domingo. Y al cura a la puerta de la Iglesia saludando a los parroquianos con la mejor de sus sonrisas. Apuro mi trago acariciado por la brisa del campo y un sol de justicia, mientras pasa el mundo por mi lado. Cruza un coche, un carro, una bicicleta y una vieja moto. Rompe el perro a ladrar salvaguardando su parcela. Observo el camarero, relincha el caballo, grita un niño y el cura entra a dar la misa de las doce.

Sigo allí, mirando como pasa el mundo sin algarabías. El sol ilumina las casas pintadas de cal y los pájaros pian desde los árboles que les dan cobijo. Las sombras se deslizan cuál fantasma por el pueblo y las manecillas del reloj caminan sin prisa, pero sin pausa, mientras voy apurando mi trago. Los feligreses salen del templo, los niños se han marchado a sus hogares y los forasteros han desaparecido por encanto. Vuelve a pasar de vuelta el carro, la bicicleta y la moto vieja. Todos van de regreso a sus casas y yo sigo sentado con mi cerveza sobre la mesa, observando como pasa un nuevo y sencillo día de mi vida.
 
 
 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

domingo, 10 de octubre de 2021

DOBLE O NADA

Hoy estoy contento, pero no sé que puñetas me hace gracia. Será que sigo la corriente a la gente que quiere organizar mi vida, pero en el fondo no entiendo lo que pretenden hacer conmigo. Me veo en el espejo y no sé lo que espero del tiempo. Me desespero y no sé que deseo que pase, si al final, nunca pasa nada que me satisfaga. Cuando voy de camino me pregunto qué busco y vuelvo con las manos vacías. Eso es bueno porque existo. Entonces, ¿en qué narices estoy perdiendo mis mejores años? ¿En ir y volver? ¡Pero siempre a destiempo! ¡No, no, basta ya! Sería tan fácil hablar conmigo mismo y dejar las cosas claras. ¡Qué sí!, que lo tengo claro, pero cuando lo pienso, no tengo nada de lo que me sienta el puñetero amo. ¿Qué es todo? O ¿Qué es nada?. Yo diría que la vida es una puñetera ruleta.

 — Hagan juego, señores. Hagan juego.


 
 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

miércoles, 6 de octubre de 2021

NOCHE DE HADAS Y GNOMOS

Justo en el instante en que tus labios me den un beso, volveré de nuevo a poner mi reloj en hora, en otro lugar y en otro tiempo, y volaremos al pasado cargaditos de deseo. Llenaré las sabanas de pétalos y encontraré el momento oportuno para decirte que te quiero, y dejaré en manos de las hadas que hagan el resto. 
 
Viajaremos por un cielo estrellado a través de la aurora y veremos el mundo a vista de pájaro. Al volver del etéreo paseo, te posaré de nuevo sobre un manto de aguinaldos, mientras te canto una nana para que parezca que todo hubiera sido un sueño. 
 
Me iré despacio, sin hacer ruido, como cada noche, del País de los Deseos y volveré al día siguiente como si nada hubiera pasado. Tú me abrirás los brazos con ansias, como si fuera la primera vez que viniera a tu casa a jugar a gnomos y hadas. 

 
Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

sábado, 2 de octubre de 2021

CARTA A LOS REYES MAGOS

—Mira niña, allá a lo lejos... Mira aquella estrella, que va anunciando que están llegando los Reyes Magos.

—¿Ves, mi niña, cómo brilla? Y es que están llegando los Reyes, con sus pajes y miles de regalos.

—¿Ves como se acercan? Gaspar, Melchor y Baltasar, cabalgando por el cielo cargaditos de caramelos.
Y como ofrenda le traen al Niño Jesús: oro, mirra e incienso.

—¿Por qué lloras, mi niña?

—¡Porque yo me he portado mal y no me van a dejar nada para jugar!

—Mira, mi niña, eso no es verdad. Tú eres un ángel y no te va a faltar de nada. ¿Tú escribiste la carta a los Reyes Magos de Oriente?

—Sí, y solo les pedí una sola cosa: Que os quisierais tú y mamá… nada más. Que para mí no quiero nada

—¡Ay, mi niña! ¿Cómo no te van a llevar nada, si tú eres más buena que el pan?

—Mira cómo pasan los reyes camino al portal. ¡Pero no llores más, tonta!,  porque si te ven llorar, se van a enfadar y no te van a dejar más que carbón en el balcón

—¡No papá, ya no voy a llorar más! ¿Tú a mí me quieres?

—¡Cómo no te voy a querer, mi niña, que te quiero hasta la luna… y vuelta atrás! ¡Que de buena que eres, me voy a echar a llorar!
 
 
                                                          
 
 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO


miércoles, 29 de septiembre de 2021

MI HADA BUENA

Una noche lejana, no quiero acordarme de qué año, tal vez estaba yo durmiendo, alguien se acercó a mi ventana. Me cogió de la mano y se tumbó a mi lado, ¿O estaría soñando? Porque al abrazarme, oí el revolotear de sus alas. Más allá de mis sueños, una hada me besaba. 

 Y allí estaba yo, con los ojos cerrados, con miedo a despertar porque no sabía si estaba soñando. La realidad pendía de un hilo y yo seguía intranquilo, por no perder el hada que permanecía a mi lado.
Sentí que acariciaba mi cara y que sus besos eran salados. No me atrevía a despertar, mi vida pendía de un hilo.

Le pregunté con cariño:

— ¿Eres tú el hada buena de mis sueños?

Temeroso, abrí un ojo y ya no había nadie sobre la cama, tan solo un puñado de polvos de estrella, ¿O seguía yo soñando con los ojos abiertos?
 
 

 Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO. Si la memoria no me falla, queda lejos, muy lejos, aquel primer verso que nació fruto del amor con el primer bes...