domingo, 5 de junio de 2022

QUE ALGUIEN PONGA EN MARCHA LA MAQUINA DE LA VIDA

 

¿Quién puede decirme dónde está la Estrella de Oriente en primavera? ¿O, será que la sacan solo en enero para ir en busca de Jesús el Nazareno? ¿Quién nos guía hoy que la tierra está encabritada hasta las mismísimas entrañas? ¿Es que los Ángeles ya no salen al portal de Belén a recibir a los campesinos ni a los Reyes Magos para que obsequien al Niño con presentes? ¿No será que el cuento del amor y la esperanza hace meses que terminó y ahora es tiempo de muerte y el pesebre y la tallas de porcelana están guardados en el desván hasta la próxima Navidad?


El mundo se ha convertido en una lotería, nada es verdad ni nada es mentira. Todo es relativo, nada tiene sentido, lo aprendido hasta hoy no sirve de nada y los principios de la vida que nos enseñaron nuestros padres se han ido al carajo. Todo da vueltas como en una noria. Nada será otra vez como antes y, sin embargo, nosotros no sabemos ser de otra manera. ¿Quién nos hubiera dicho, listillos, que siempre nos cargamos de filosofía barata, que somos todos unos pardillos de tres al cuarto, que viviríamos enjaulados como los pájaros? Creemos saber de todo y no tenemos ni puñetera idea de nada. ¿Quién nos hubiera dicho que estaríamos en pañales, cagados de miedo, esperando que alguien pare la máquina de la muerte? Y todo al fin y al cabo, para salir corriendo ansiosos a los bares a discutir de estupideces sin sentido.


¡Señor, Señor! Saca otra vez la Estrella de Oriente o la que tengas más a mano. Aunque sea en primavera o en verano, pero ¡por favor! pon de nuevo en marcha la magia de la vida que se nos va el alma en el envite...



CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ

No, no creáis que había dejado de lado mi afición por el arte de escribir. No, ni se me ocurriría. El tiempo pasa volando y a pesar de intentar disponer de más horas libres para disfrutar de mis aficiones, lo único que consigo sumergirme más en mis obligaciones laborales y en mi familia. Como iba diciendo, nunca dejé de escribir poemas, cuentos y relatos que con tanto amor y pasión escribo en la soledad de mi encuentro con las musas.


Muchas cosas han sucedido desde la última colección que colgué en mi blog, pero el maldito Covid 19 ha sido lo más horrible que hemos conocido jamás y el culpable de haber cambiado nuestra existencia radicalmente. Ha sido un duro golpe a la humanidad, a nuestra forma de entender la vida y a la manera de relacionarnos con las demás personas en cualquier circunstancia que nos rodea.


Intentaré no defraudar con mi nueva colección "CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ" Prometo poner toda la carne en el asador en cada crònica para sorprenderos con mi particular manera de interpretar la realidad.


Juanjo Cardona.

Prólogo a CRONICAS DEL CORONAVIRUS...

 Hay que destacar que en cuanto a todo el tiempo de pandemia, repuntes y despuntes se refiere, cada uno hemos experimentado el mismo acontecimiento histórico de formas muy distintas. 

 Por ejemplo, a mí me pilló de vacaciones en Granada, lo cual no hubiese sido malo si hubieran sido esas dos semanas que dijeron al principio. Pero fueron cerca de 2 meses y medio de encierro y varios años en los que hemos estado más dentro que fuera. De casa digo, que ya no nos encierran ni atándonos a las paredes como La Baronesa Thyssen en aquel árbol. 

 Porque no es lo mismo quedarse en casa por voluntad propia, a que te digan que encontrarte con tu vecina la del tercero puede matarte y no porque no la soportes. Aunque buscábamos excusas para salir a toda costa: ir a por el pan, sacar al perro por decimosexta vez, la basura que antes tardabas un par de días en bajar ahora no dejabas ni que se llenara...

 Con esto quería referirme que cada uno lo ha visto y vivido de forma distinta, y menos mal de esos afortunados que no han cogido el virus, que entonces ya date con un canto en los dientes.

 Sobre todo, cuando veías esa gente que como digo, inventaba que tenía que sacar a pasear el perro del vecino del octavo piso, segundo pasillo a la derecha porque es el reuma el que no le dejaba salir de casa, no la pandemia.

 Aunque la inventiva fue a la hora de usar cosas que no son mascarillas como si lo fuesen: pañuelos, servilletas, bufandas... algunos hasta usaron sujetadores y ropa interior como "Pase para salir a la calle por veinte minutos" o los que sean necesarios.

Hay que decir que el punto de vista desde que Juanjo cuenta su visión de todo esto no puede ser más acorde a como él piensa y ve todo. Al final mantenerse fiel a uno mismo es lo mejor. Ya que además de exponerlo con detalle, se lo toma con humor, porque al final en ciertas situaciones no puedes más que reír... porque si no poco más podemos hacer. 

 Al final no es lo mismo contarlo que vivirlo, por eso queda claro que a todos nos afectó al menos un poco. Algunos aún se inventan que tienen que ir a sacar el pan a pasear, o a comprar al perro... Espera que así no es... 

 

J. A.  

martes, 30 de noviembre de 2021

10 TERRONES DE AZÚCAR


SUEÑOS DE AZÚCAR

Esta noche pon mi retrato sobre tu pecho y deja que te inunde el sueño, que tu cuerpo este justo en el punto exacto de mi verso. Esparce las letras por el viento y deja que tu imaginación viaje libre hasta el mismísimo infierno.


SUEÑOS DE AZÚCAR II

Es bueno que en noches como esta sentirte cerca e invisible, mientras voy desenredando el guion establecido y aquí me tienes cuidando tu sueño. Tu corazón sigue latiendo y tus manos me buscan, mientras yo sigo en la sombra sin dejar de mirarte.

Será una noche jugando entre el sueño y la vida. Algo quedará en el subconsciente, tal vez el sueño mejore al poeta o será la realidad la que supere los relatos de un pobre escritor enamorado.


SUEÑOS DE AZÚCAR III

Hoy sería el día perfecto para desayunar contigo: un café bien negro, con un terrón de azúcar y una sonrisa de lado a lado, para que nos quite el sueño de una noche de eróticos juegos.
Hoy sería una mañana ideal, para seguir besandonos mirando al mar y soñar despiertos por un futuro perfecto.


SUEÑOS DE AZÚCAR IV

Le dije; no te vayas, quédate en silencio que es mi alma la que contigo está en calma y esta luna de plata, la que se oculta tras las montañas, es la que nos envuelve en este místico paisaje elevando el misterio de tus ojos.

Le rogué; Acompáñame en mi noche de insomnio que contigo a mi lado puedo soñar despierto. No me dejes, quédate hasta el alba, no te alejes, porque eres mi musa y mi gran esperanza.


SUEÑOS DE AZÚCAR V

Tu cuerpo desnudo es una trampa para mi mente, una jaula para mis caricias, un lienzo para mis sueños y un placer para mi olfato. Es la luz que guía mis labios hacia tu boca entusiasta.

Es la catedral, la madraza o la mezquita hacia donde el peregrino se dirige para rezar sus plegarias. Y es tu cuerpo desnudo, una esfinge de porcelana sagrada cuando reposas tumbada sobre mi cama.


SUEÑOS DE AZÚCAR VI

… no te olvides que para enamorarla le tienes que decir cosas bonitas: Que tiene el cuerpo de hada o el corazón de película. Pero díselo bajito, con los labios pagados a su oído. Dile que su boca es de chocolate, que sus pechos saben a nata, que colocaras una velita en su ombligo el día de su cumpleaños.

Escribe en su espalda un poema de amor y no te olvides de dibujar dos corazones con una flecha cruzada. Tú dile, dile cosas, hasta que sus ojos se sonrojen como la de una adolescente.


SUEÑOS DE AZÚCAR VII

Que poco dura la belleza. Las cosas hermosas son efímeras: Son el viento, el trueno o el sonido del mar por poner un ejemplo. La soledad o el mismo silencio también son compañeros de viaje. Lo son la luz crepuscular o la oscuridad de la noche, son estas de las cosas, querida, de las cosas que hoy quiero hablarte. ¿O no es tu aliento o la soltura con la que mueves la cintura un misterio? ¿O este brillo que destellan tus ojos negros? ¿O estos besos que me das, que ni tan siquiera me entero? ¿No será un dolor innecesario amarte cuando no te veo? ¡Que incluso tengo miedos cuando te tengo!

Misterios, misterios de la vida que me matan cuando pienso que cualquier día puedas dejar de quererme.


SUEÑOS DE AZÚCAR VIII

Un día nos subiremos a un pino, cerca de la playa y nos sentaremos sobre una rama y esperaremos las últimas luces del atardecer. A tu lado se posarán dos jilgueros que piarán como si no hubiera un mañana. Tú contemplarás en silencio el espectáculo de ver como el sol se pone el pijama de colores para ir a la cama, y el mar lo acogerá entre sus olas mientras el viento le dará un beso de buenas noches.

Dices que no me crees, que todo lo mío es un cuento chino, que no existen los momentos que yo te cuento. ¿Te das cuenta como me siento con lo que yo a ti te quiero? Yo te cuento y te cuento… y tú a mí, nunca me echas cuenta.

Pues ahora vas y le cuentas a estos pobres pajaritos que todo este maravilloso mundo que están viviendo ha salido de un cuento. Tú cuenta, cuenta ¿A ver si estás pobres avecitas a ti te creen?


SUEÑOS DE AZÚCAR IX

…amiga, nunca retrocedas en el camino hacia la conquista: Usa la palabra, el tacto y el olfato, cada cual te ayudará hasta el final del trayecto. Cada gesto, cada caricia, cada frase te harán más fuerte y completarás la gincana hasta llegar al corazón de tu amado. No des un paso atrás y sigue luchando por lo que tanto amas, a pesar de los avatares.

Ni el viento, ni la lluvia, jamás deberán cambiar tus sentimientos. Serás inapelable y constante aunque corras el peligro de morir en el intento. Háblale de amor y de esperanza y pídele que te acompañe en tu viaje y júrale por Cupido, que cubrirás de pétalos el camino por donde él pise. Dile; que en cada pueblo, por donde pase, se celebrará la odisea del amor con un castillo de fuegos artificiales.


SUEÑOS DE AZÚCAR X

Tus ojos miran el cielo y los míos al suelo. Tú buscas caminos estelares y yo camino por senderos polvorientos. Tú hallas entre la gente a las almas buenas y yo me fijo solo en lo material y en lo mundano. Tú oyes campanas de boda, campanas que a mí me suenan ha muerto.

Tú y yo somos diferentes como la noche y el día. Además, tú escuchas música celestial y yo me divierto con canciones de verbena y vino. No solo eso, sino que tú vistes como una princesa y yo a tu lado parezco un pordiosero.
Somos dos líneas paralelas, tú me dices que me amas mientras miras las nubes y yo te digo que te quiero cabizbajo mirando al suelo.

Pero si alguna vez me observas mirando a las estrellas, me preguntas con carita de azucena: ¿Qué haces? Yo contesto… '"allá arriba están buscando a un ángel que se ha caído del cielo.
Y tú vas y me sueltas un beso sin más ni menos, beso que a mí me sabe a miel con queso.
 
 
Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

miércoles, 17 de noviembre de 2021

EL BUSCADOR DE LETRAS

Extirpé cada palabra del fondo de mi pecho y he llorado con cada letra como solo lo saben hacer las olas del mar, cuando están tristes y se tumban a llorar sobre la arena.

He navegado cuál pirata por los siete mares, he fondeado en mil puertos alrededor del mundo, recogiendo, una a una, cada letra para conseguir formar la palabra perfecta.
Me he doctorado en amores, me he acostado con sultanas, plebeyas y sirenas. Con cada una de ellas, aprendí el arte de amar. A alguna le partí el corazón, a otras, tan solo les robé dulces sueños, pero todas me obsequiaron con bellas frases de amor. He peleado contra rufianes, caballeros de alto linaje y dragones voladores, para vencerles en feroces combates y me revelaron secretos celosamente guardados en castillos, cuevas y catedrales.

He ido adjuntando vocales y consonantes en cofres repletos de oro, monedas y brillantes.
Usurpé la T de un antiguo libro de brujería griego y, de un romántico verso francés, arranqué de cuajo la E. Del hebreo del antiguo testamento descubrí la Q. De la India, porté la I dentro de una alforja envuelta en finas telas. Un mendigo ruso, en un trueque, me entregó otra E a cambio de un mendrugo de pan duro. Negocié con un judío la R, por un puñado de diamantes, y para obtener la O, viajé hasta Nepal a un antiguo monasterio de monjes. Jugué con las letras. Las cambié de lugar y de orden, y aun así, seguí sin encontrar la palabra deseada. Por mi casa pasaron sabios filósofos, licenciados, frailes y zares sin dar con el orden adecuado.

Y así fueron pasando los años y las letras seguían huérfanas de sentido. Hasta que un día, sin previo aviso, y casi sin darme cuenta, pasaste por delante de mi ventana, con esa gracia innata y esos frágiles andares con que tú te contoneas. En aquel mismo instante, sentí que me hablaba el alma y el corazón golpeaba sin desmayo, corrí hasta la mesa donde tenía olvidadas las descarriadas letras. Veloz como el rayo, adjunté la T con la E, y luego la Q con la I. Le sume la otra E, añadí la R y, finalmente, agregué la O… “TE QUIERO”. 


Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO

miércoles, 10 de noviembre de 2021

LA REINA DE LAS MUSAS

¿Sabéis amada mía que esta diadema de flores que adorna vuestra frente, que la música de las liras y flautas que llega clara hasta vuestro castillo? ¿Sabéis, amada, que todo ello sale de mis intrépidos dedos que van esculpiendo en un osado intento, por explicaros en un papel en blanco lo que otros humanos no son capaces de descifrar en cien años?

He visto en vos la aureola perfecta. El arco iris definido. Raudo, como un aprendiz de poeta, he recogido el envite del hilo de vuestra belleza, y sin perder un instante, quisiera robaros, con mi trama, vuestros encantos a raudales.

No en vano soy manipulador de letras y no negaréis, que humildemente, voy describiendo estas dotes con los que Dios os ha alumbrado, como si en ello me fuera el alma, y en cada reglón plasmo a pequeños rasgos vuestra gracia innata.

Si se diera el caso que un día, yo por mi arte, y vos, por vuestras dotes exuberantes, fuéramos reconocidos por grandes pensadores. Recordad entonces, con la constancia, y con el afán con que me dedico a este noble menester de alagaros, que me quita el sueño e incluso el hambre.
Solo quiero que estas formas queden inmortalizadas. Que si alguien venidero quisiera compararlas con las de otras damas que supiera que no será tarea fácil.

Yo en vos, veo paisajes, de los que tanto habla la gente, y a los que nunca nadie ha visitado. Misteriosos mares en donde se oyen cantos de sirena, a las que nadie ha llegado. Seríais, amada mía, la reina de los mares, de las arenas, de las conchas, de los tesoros sumergidos con que las plumas se cargan de ilusiones y de amoríos. Sentaros, amada, sin más preámbulos, en el trono de oro de la reina de las musas.

Quién, si no, puede describir el grito desgarrador del placer, de la furia de los huracanes y de las tormentas desatadas en la cama. Quién, si no, puede arrebatar los frutos de la vida o bien darle la vuelta a los sucesos y, bajo el influjo de vuestro reinado, dar marcha atrás a los acontecimientos. Quién si no, puede cambiar la historia del mundo, si no, una sola pluma cargada de flores a la orden de la reina musa.

Duradero será mi arte de describir la grandeza de mi reina, y largos serán los relatos con los que dejaré constancia de su legado. Quisiera que fuera eterno el rigor de los hados, y que mi último garabato sobre un papel sea para vos, amada mía.

Preved, próximos poetas, que no habrá durante generaciones, tan hermosa y benévola musa. Que cualquier letra que yo haya sellado en cualquiera de mis relatos ella es y será la única dueña de mis alabanzas.



Colección: POEMAS DE TERRONES DE AZÚCAR BLANCO.

domingo, 7 de noviembre de 2021

HABLEMOS DE TI

Estimado amigo o amiga, este poema va dedicado a ti, a ti y a ti también. A todos aquellos que durante tanto tiempo habéis estado atentos al otro lado y habéis leído mis poemas y habéis estado pendientes de mí, de mi forma de escribir, de mi manera de pensar o de mi peculiar sentido del humor. Hoy, querida amiga o amigo, toca hablar de ti, por haber derramado aquellas lagrimitas mientras leías mis romances, o de ti amigo mío por haberte emocionado visualizando los paisajes de mi isla bonita. A todos vosotros, a ti, a ti, a ti y también a ti, quiero agradeceros que estéis tan lejos y a la vez tan cerca de mí y de mis de poemas.

Hablemos menos de mí y dejemos que los egos se diluyan en el espacio y acordémonos de volver hablar con aquellos amigos o amigas que hace tiempo que tenemos abandonados. Hablaremos de como es tu novia o novio, de como es tu mujer o marido, de como son tus seres queridos: familia y amigos, amigas. Hablaremos de ellas y de ellos, de todas aquellas cosas bellas y simples que a ellas o ellos les gustaría que hablásemos. De su pelo color azabache, de su sonrisa desenfadada o de los ojitos tan bonitos de tu hija que quitan el sentido. Y como no, de este vestido rojo de tu vecinita la del tercero izquierdo, que tanto le favorece y con el que se contonea con tanta gracia cuando sale por el portal los viernes por la tarde. Y no te olvides de decirle a tu madre o a tu padre lo mucho que la quieres y lo mucho que le echas de menos. Abrázalos cuando le digas que todavía le sigues queriendo después de tantos años. Aquí hablaremos de ellos y de toda la gente a la que queremos.

Hoy vamos a hablar de ti, y de ti también. Será otro poema en donde hallarás algún motivo para encender de vez en cuando esa lucecita que llevas en tu corazón. Sabes que consigo sorprenderte con mis letras y logro transportarte a otra dimensión desconocida. A veces crees que soy capaz de entrar en tus pensamientos, miras con temor a diestro y siniestro por haberte desnudado por dentro, pero no, no es cierto, no lo es, tan solo compartimos los sentimientos, los miedos y hasta los sueños. Gracias por dejarme hablar de mí, pero hoy hablaremos de ti, y de ti también.



VERSO A VERSO, BESO A BESO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO. Si la memoria no me falla, queda lejos, muy lejos, aquel primer verso que nació fruto del amor con el primer bes...