TELA DE ARAÑA II

 Largo es el camino
            que hay desde mi labio
                                hasta el tuyo...

               ¡el beso se hace corto! 



Si un pavo real te viera
            en todo tu esplendor...
             
            ¡avergonzado,
                  las plumas recogería!



En aquel paisaje,
      había todos los colores:
            el verde del campo,
                     el amarillo de los limones,
                           el rojo de la rosa,
                                el azul del cielo...

                             ¡pero tú no estabas!



Si los ángeles tienen el pelo rubio,
      los ojos azules
            y la piel de seda...

               ¿dónde tienes tú las alas?



¡Qué chimenea tan encendida,
     qué atmósfera tan agradable!

           ¡Qué calor que tiene tu cama!



Ya no tengo nada mío.
    Lo he dado todo a cambio de nada.
                   Ahora, si tú fueras mía...

                       ¡yo sería un hombre rico!


Eres tan bella,
      que no pareces real.
           Eres como un campo de amapolas...

                   ¡no pareces de este mundo!



Si el amarillo sigue siendo amarillo
        y el rojo todavía es rojo,
            si tú eres mi amor...

                      ¿¡cómo quieres que te deje de querer!?

Colección Puntas de lápices

TELA DE ARAÑA I

Si fuera pescador, pescaría sirenas.
         Si fuera aventurero, buscaría diamantes.
                Si fuera ladrón...

                       ¡tan solo te robaría un beso!



Caminemos cogidos de la mano,
   debajo de la luna de plata.
       Caminemos enamorados,
            con los pies descalzos
                por la orilla de la playa.



Nació de la nada,
    no nos hacía falta música.

        ¡Nació de una caricia y una mirada!



Cuando te tengo, siempre es verano.
    Cuando no estás, el cielo llora.
        Cuando no te tengo...

             ¡es invierno!



Cuando llega el día, todo se vuelve gris.
        Ahora soy rico, porque llegan las sombras
                         y vuelvo a tu lado.



En mi casa tengo
       un pájaro, un perro y un gato.
             Tengo un jardín florecido
                  de flores de jazmín...

                       ¡Y me duele el alma cuando te veo partir!




Desde mi balcón
      veo el mar, los barcos llegar,
           también veo el sol ponerse.

   ¡Pequeños detalles que llenan la vida!



Cuando de tus ojos no salen chispas,
   las brasas se vuelven ceniza.
        Son instantes en que la vida
                 no me parece lo suficientemente bonita.



Niña de mis ojos, no juegues conmigo,
      que si tuviera que elegir
            entre vivir sin ti o morir...

        ¡bebería un frasco de veneno!

Colección Puntas de lápices

CUANDO EL CIELO HACE RUIDO A VENGANZA Y A DESTRUCCIÓN

¡Sería tan hermoso que todos
estuviéramos ahora y aquí
viendo cómo sale el sol
del fondo del mar!

¡Sería tan hermoso que todos
mirásemos el dulce besar
de la ola al llegar a tierra,
o sencillamente, sería tan hermoso
mirar cómo revolotean
las gaviotas sobre el mar!

¡Sería tan hermoso que todos
estuviéramos ahora y aquí,
contemplando este espectáculo
de luz y sonido!

¡Pero no puede ser!
Siempre hay gente a la
que no le gusta disfrutar...
de oler una flor, de mirar el cielo,
o simplemente, de coger la mano.

Y es por este motivo,
que nunca podremos estar
todos ahora y aquí.

Y es por este motivo,
que el cielo algunas veces
hace ruido a venganza y a destrucción...

¡Y nunca, nunca estaremos todos,
porque nosotros cambiaríamos
un cañón por una corona de flores...
pero ellos, nunca nos darían
un tanque a cambio de una flor!

Colección Puntas de lápices

PENA, PENITA, PENA

¡Maldito tormento que entra
y se queda adentro haciendo
que la duda me invada
hasta dolerme el alma!

Doy de narices contra los sentimientos
y me siento como un punto negro
olvidado en el espacio sin ningún sentido.

Luego se me irritan las pupilas
y lloro mi triste soledad
y me queman las lágrimas
a su paso por las mejillas.

Seguro que cualquier día
mis ojos volverán a sonreir
y me preguntaré el por qué
de estos días de angustia.

Colección Puntas de lápices

PARA TODOS LOS QUE CUMPLAN AÑOS

Tic, tac, tic, tac
Tic, tac, tic, tac.

Dong, dong, dong, dong...

¡Ya ha llegado, ya esta aquí!
Puntual como cada año,
tanto si llueve como si hace sol.
Da igual de donde venga,
sale de un portal o
de una esquina de cartón.

¡Impecable, inflexible!
Engulle las horas y los días.
Le es indiferente que sea
lunes, martes o jueves.
Le da igual encontarte contento
o enfadado, vivo o muerto.

Con él de compañero,
he ido labrando el camino.
Mas nunca me deja tranquilo,
y como un péndulo, me tiene asustado.

Hoy estoy bien, no me sabe
mal que haya venido,
¡incluso me hace gracia!
¡Cabrón, qué feliz he estado
cuando te he visto entrar!

No me atrevo a preguntarle
cuándo será la última vez
que vendrá a casa a saludarme.
Nos damos un fuerte abrazo,
y si hace falta, hasta bailamos ¡un tango!
Soplaré las velas y un flash
inmortalizará el momento.
Saldré sonriente porque él,
por fortuna, nunca da la cara.

Tic, tac, tic, tac.

Impecable, inflexible, se va
tragando mis horas y mis días.

Tic, tac, tic, tac.

Colección Puntas de lápices

CUANDO LOS PÁJAROS DUERMEN

Me duele la soledad
si su corazón no me ama.
Por la noche sé que está sola
y me mata el desconsuelo.

El viento me trae su gusto a menta
y el olor a clavel de sus cabellos.

Sus pechos redondos y firmes
no me dejan pensar.

-¡Quiero sentir el fuego
de sus entrañas
y el roce de su piel!

El amanecer me engaña.
¡Ya vuelven los pájaros
a piar en mi ventana!

 Colección Puntas de lápices

CAMINO DE ESPINAS

Las miradas nos hacían sensibles
y nos llenaba de espinas
el camino que habíamos elegido.

Vivíamos sin futuro.
las yemas de los dedos
nos endulzaban furtivos instantes,
pero el paso del tiempo
nos engullía sin remedio.

Cuando nos veíamos,
nos abrazábamos apasionadamente
y sentíamos la fuerza de la montaña
y al mismo tiempo, el reposo del valle.

Y al tener tan cerca
el respirar y el aliento
de nuestras bocas,
sentíamos en las entrañas
el canto de oro
de dos almas enemoradas.

 

 Colección Puntas de lápices