sábado, 1 de octubre de 2011

LADRONZUELA DE AMOR

¡Ay, que mal trecho he quedado,
mientras te alejas volando
con mi corazón secuestrado!

¿Qué será de mí si te vas
con las maletas llenas de amor?
Pero no te olvides, princesa,
que cuando pases por la aduana,
tendrás que pagar peaje.

Porque no es legal trapichear
con tanto amor de contrabando.
¡Pero tú tranquila, que aquí me tendrás
esperando que vuelvas con el botín robado!

¡Qué penita, pena, tengo adentro,
por haberme dejado
sin caricias y sin besos!

¡Pero te juro, por mi madre,
que si tienes a bien cuidarte
de cada uno de ellos,
yo te regalo la maleta entera!

Y si prometes por tu vida
devolverme mi pobre
corazón enamorado…
¡aquí me tendrás
toda la vida esperando!

Colección Almas nostálgicas

miércoles, 28 de septiembre de 2011

ENTRE LÍNEAS

¿Cómo puedo contarte,
amada mía, en dos líneas
cómo me siento, si ya llevo
más de mil noches sin dormir?

¡Y es que tanto amor,
 no tiene de ser bueno!

No creo que lo nuestro sea cierto,
porque al fin y al cabo,
empezó como un juego,
aunque todavía  hoy
me acuerdo del primer beso…

¡Ay, amor, cómo no me di cuenta
en aquel mismísimo momento
de que te volverías en mi tormento,
que me robarías el corazón
y hasta el maldito sueño!

Luego, el día que vuelvo a caer
en tus brazos, ¡me robas la razón!

¿Ves, amor, cómo mi vida
no es un camino de rosas,
que tanto contigo, como sin ti,
mi vida es un sinvivir?

Colección Almas nostálgicas

domingo, 25 de septiembre de 2011

EL PAN, COMIDA DE DIOSES

¡Qué bueno es el pan,
qué sabor más rico!

Pan duro, pan de molde,
pan de hoy, pan de trigo,
pan de semillas, pan de Dios.

El pan se corta, se reparte y se unta.
El pan se moja, se comparte y se come.
El pan es un majar de ángeles.

Se rebaña con huevos fritos,
con salsa a la pimienta,
al roquefort o de queso...
Se rellena de jamón, de carne,
de tortilla, de mortadela o de chorizo...

Al pan, el niño, se lo come con chocolate,
la chica, con tomate,
el viejo, lo baña con la leche,
la anciana, se come las migas
porque no tiene dientes
y mi vecinita, la de enfrente,
¡está más buena, que el pan caliente!

Es, pues, el pan, comida de diosas,
de santos, de holgazanes y de labradores.

De pan, se alimentan los más pobres,
de las migajas que les tiran los ricos.
Eres, pues, pan, comida de tontos,
comida de muchos ¡y de tantos y tantos
muertos de hambre!

Para Cornelia Dorothea, con la que compartimos nuestro pan.


Colección Almas nostálgicas

viernes, 23 de septiembre de 2011

OMBLIGO DE MUÑECA DE CARNE Y HUESO

¿Quién sabe lo que ella piensa
cuando yo cruzo la puerta?

Ella es demasiado joven para que yo
sepa lo que lleva dentro de la cabeza.
Cuando salgo de la habitación,
ella se sienta encima de la cama,
jugando con los tirabuzones,
haciéndose coletas y adornándolas
con diferentes lazos de colores.

Un fino collar de turquesa,
que un día le regalé,
es la única pieza que le cubre
su delgado cuerpo, una joya
que envidia tiene de sus
increíbles ojos verdes.

Los labios dulcemente pintados.
Los párpados suavemente coloreados,
y a la altura de las pestañas,
una fina línea negra le hace
la mirada mucho más bella.

Los rizos de su sedoso cabello
le reposan sobre la espalda
de su desnudo cuerpo.
La piel tersa y frágil, y
los pechos pequeños le endulzan
hasta las yemas de los dedos.

Tan solo el agujero del ombligo
se le hacía extraño, en medio
de aquel cuerpo de muñeca
de carne y hueso.

Colección Almas nostálgicas

martes, 20 de septiembre de 2011

RASTRO DE PERFUME

Hoy mi corazón se ha exaltado
cuando te he visto pasar
con tu gracioso caminar.

He querido llamarte,
pero no me he atrevido,
algo extraño he sentido cuando
te he visto pasar tan cerca,
que incluso te he seguido el rastro
para oler aquel perfume.

Locuras de otros tiempos
me han vuelto a la memoria.
Locuras de cuando tú y yo
éramos amantes
y jugábamos a descubrir
los misterios de la carne.

Hacíamos caminos sobre la piel
y dibujábamos gaviotas
y puestas de sol con la imaginación.
Inventamos extrañas y dulces
palabras de amor,
¡o al menos así lo pensábamos!

Y ahora que te he vuelto a ver,
creo sinceramente,
que todo aquello que soñamos
hoy se ha hecho realidad,
porque desde entonces nunca más
volví a sentir aquellas emociones.

¡Qué contento me he sentido,
amiga mía, esta tarde
cuando te he vuelto a ver!

Me he dado cuenta de que
todo sigue en el mismo lugar,
aunque algo desordenado;
tú, caminas hacia tu casa,
mientras yo espero a mis hijos
a la salida del colegio.

El rastro de tu perfume me ha hecho
revivir un trozo de nuestro pasado,
de cuando éramos jóvenes
y no existía el pecado.

¡Gracias, gracias, amiga mía,
por haber pasado hoy por mi lado
con el mismo perfume de cuando
tú y yo éramos amantes, dejando
a tu paso un surco en mi corazón
de unos recuerdos lejanos!

Colección Almas nostálgicas

sábado, 17 de septiembre de 2011

CANCIÓN DE CUNA PARA EL SOL

El sol estaba a punto de esconderse
por debajo de un hilo.
Allá a lo lejos, muy lejos,
se apagaba el fuego en el mar
antes de ir a dormir.

Se cambia la ropa de color
por un oscuro pijama,
y aunque se muere de sueño,
va jugueteando con los tonos del mar
y va sacando desde lo más hondo
colores que emocionan.

Mientras tanto, el cielo está triste,
por verlo marchar
y va haciendo sitio a la luna,
para dejarla entrar.

En las rocas, unas chicas
lo están despidiendo.
Poseídas por la luna, el sol y el mar,
la cabeza les ha trastornado.
Traicionadas por la luz y la oscuridad,
se empiezan a desnudar.

Una de ellas, tumbada
sobre una roca
con los pies en el agua,
deja que los últimos
rayos de sol calienten su piel.

Otra, se puso a bailar
en lo alto de una cima.
Desnuda y descalza,
aireaba entre las manos un mantón,
mientras se contorneaba.

Otras, estaban sentadas
a la orilla del mar,
con las manos entrelazadas
y los pechos desnudos.
Con los ojos cerrados,
escuchaban el silencio celestial
de aquellos mágicos instantes.

Más allá, otro grupo,
sentía el frescor de la brisa del mar
y los rayos que hace el sol,
antes de ir a dormir.

Mientras, todos juntos y a la vez,
mecen el sol entre los brazos
y le cantan una canción de cuna.

Colección Almas nostálgicas

IBIZA ES NUESTRA

Era un hombre viejo,
juraría que de más de cien años.
Su ropa era algo antigua y gastada:
pantalones de pana negra,
una armilla, de la que colgaba
un viejo reloj de bolsillo,
una chaqueta de extraños colores
y en la cabeza, un casco.

A simple vista, cualquiera hubiera jurado
que se trataba de un payés chiflado,
si no hubiera sido por el color de la piel
y porque de tanto en cuanto,
los ojos se le iluminaban de rojo.

A su paso, las flores florecían
y sacaban luminosos colores…
Y al momento... se marchitaban.

Aquel personaje sobrenatural,
lejos de asustarme, me intrigó,
y poco a poco, me fui acercando.

-Buen hombre, ¿qué hace usted
por estos parajes, tan lejos de su casa,
 a estas horas de la noche?

Poco hablador debía ser,
porque ni me contestó.
Pero yo, insistí.

-Si busca trabajo, mal ha elegido,
porque por estos lugares no encontraréis.
Si de lo que vais, es de mujeres,
le advierto que en esta isla
son todas muy decentes;
o casadas o comprometidas.
Si por el contrario, de lo que vais
es de destruir la isla,
le diré, amigo, que habéis llegado tarde,
que algunos más cercanos,
con el tiempo, ya lo han conseguido.

O era poco hablador,
o la conversación no le interesaba,
porque de repente se volvió de color verde
y desapareció hacia el cielo, como un cohete.

Y es que todavía hay gente que
no se ha enterado de que Ibiza
hace mucho tiempo que está descubierta
y que si no les plantamos cara,
¡nos echarán de la isla!

Colección Almas nostálgicas

VERSO A VERSO, BESO A BESO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO. Si la memoria no me falla, queda lejos, muy lejos, aquel primer verso que nació fruto del amor con el primer bes...