martes, 19 de julio de 2011

PROHIBIDO QUEMAR ÁRBOLES

Voy a escribirte un poema
tallado en un árbol,
para que quede grabado  
a través de los años.

Tallaré una a una cada letra
con mucha paciencia,
para que todos los que lo lean
sepan de tus gracias y belleza.

Escribiré con amor y ternura
de cosas que de ti me gustan:

De tu pelo enredado como la yedra,
de tus ojos oscuros, del color de la pena,
de tus labios de fruta prohibida
y de tu cuerpo, mezcla de fuego y agua.

Y al final del poema, tallaré 
en el árbol un corazón,
con dos nombres y 
una fecha que le atraviesa. 

    Colección Almas nostálgicas

domingo, 17 de julio de 2011

AMOR DE JUGUETE

¿Y tú dices quererme
porque cuando me ves
se te nubla la mente?
¿O porque cuando te beso
desfalleces?
¿O, simplemente, porque
en cada abrazo te mueres?

Tú dices quererme, porque
por las noches lloras mi ausencia
y te duermes oliendo mi esencia.

Dices y repites una y mil veces
que me quieres, que sin mí
tu vida no tendría sentido,
que soy tu ángel y tu demonio,
tu cómplice y hasta tu delito.

Dices, dices, dices y dices
tantas cosas bonitas, niña
de mis ojos, que mi amor
comparado con el tuyo,
parece de juguete.

Colección Almas nostálgicas

miércoles, 13 de julio de 2011

AL OTRO LADO DEL SOL

Allí, en el horizonte,
puedo ver un barco
navegar sobre el mar.
También el muro,
el faro y al sol ponerse.

Todo me hace recordar
que hace tiempo, los dos
vimos este atardecer juntos.

Desde entonces, que estoy
solo, me pregunto si tú,
allá donde estés, estarás
sentada en una roca
esperando el atardecer.

También me pregunto
si donde tú vives, hay
mar y barcas, y si a
tu lado tendrás a otro
hombre enamorado,
como yo lo estuve de ti.

O, si en este instante
piensas en mí.
O, si el sol volverá
a salir mañana para
evocar viejos eventos.

Quisiera saber tantas cosas de ti,
que no me atrevo a preguntar al sol
si te ve al otro lado, mirando cómo
se va a dormir entre montañas blancas.

Colección Almas nostálgicas

sábado, 9 de julio de 2011

SÉ QUE VOLVERÁS A CASA

Tengo la esperanza de que
mis dedos vuelvan a sentir
la textura de tus cabellos
y de volver a vivir otra vez
bajo el mismo techo.

Volverá a cerrarse la luz
y saldrá la oscuridad
a la que tanto temo
desde que te marchaste.

Siento mis brazos vacíos,
al igual que tengo,
la boca huérfana de besos.

Espero la madrugada
para  que el sol vuelva
a casa, donde tú sabes
que te estaré esperando,
mientras sienta tu perfume
correr por mis manos.

Te espero a través
de la fuerza del amor
y de tanto en cuando,
por la noche, sobre
las blancas sábanas,
un sueño, me reanima la llama.

Y no pierdo la esperanza de que
un día vuelvas a nuestra casa.

 
 Colección Almas nostálgicas

jueves, 7 de julio de 2011

PUCHERITOS

Es curioso.
Hay días tristes
en que no sé qué
escribir, y no es
que no te quiera,
¡Dios me libre, pequeña!,
pero se quedan
las ideas en el tintero.

Y razones me sobran
para terminar con la tinta.

Solo con pensar en
tus ojos, ya tengo
argumento para rato.
Y si a estas dos perlas les
añades esa carita de pena
con que me miras
cuando me besas,
y esta boquita de fresa,
¡que quita el sentido!...

¿Ves, tonta mía,
como no tienes motivos
para ponerte seria?
Porque solo era una
artimaña para ver cómo
hacías “pucheritos”
de niña pequeña.

                               Colección Almas nostálgicas

martes, 5 de julio de 2011

UN SOPLO DE TERNURA

¡Ay, pequeño colibrí!
Si el tiempo fuera oro,
yo sería rico, después
del tiempo que hace
que no te he visto.

Pero yo, no quiero
ni oro, ni joyas,
tan solo me conformo
con el tesoro
de tus labios rojos.

Si todo fuera cierto,
mi vida no tendría
sentido, pero contigo
vivo en un cuento.

Así de sencillo es
lo que escribo,
porque desde el primer
día que te conocí,
me enamoré de ti.

                               Colección Almas nostálgicas

lunes, 4 de julio de 2011

COMPARTIR ES AMAR

Si tú no estás,
el día se hace largo,
largo y estrecho
como un día sin pan.
Y es que al
final de la historia,
pocas cosas me importan
si tú no estás.

Pero he aprendido
a compartir la distancia
y el tiempo contigo,
a compartir todo aquello
bello que la vida nos regala.

Y aquí,
yo te pienso a mi lado,
mirando cómo besa
la ola salada la arena
de la playa al arribar.
Y tú, allí,
cogida de mi mano,
mirando las montañas nevadas.

Y así estamos los dos,
codo con codo,
alimentando nuestro amor
de cosas hermosas.
                
Colección Almas nostálgicas

VERSO A VERSO, BESO A BESO.

VERSO A VERSO, BESO A BESO. Si la memoria no me falla, queda lejos, muy lejos, aquel primer verso que nació fruto del amor con el primer bes...