Tal vez nunca más vuelva a
ver unos ojos tan bonitos
ni una sonrisa tan graciosa
en una cara tan pecosa.
Tal vez solo fue un flash
y en unos días
ya la habré olvidado.
¿Pero qué tiene esta carita
que tanto me gusta?
¿Tal vez su ternura
o tal vez su mirada?
¿Qué he visto en ella
que no consigo
sacármela de la cabeza?
Los dientes blancos
le resaltan en su rostro
delgado y ruborizado,
mientras sus angelicales
ojos verdes me persiguen
cada vez que paso por su lado.
No será su expresión dulce,
la que me dedica cada
mañana cuando voy a trabajar,
lo que hace que no la pueda olvidar
hasta la hora de volver a casa.
¡Qué tristeza la mía!
Hoy no he visto a mi chica
como cada mañana
¿y ahora quién
me dará ánimos
para volver al trabajo,
si no me puede llevar
su luminosa mirada,
ni el color rosa de sus labios?
¿Qué será de mí,
si no la vuelvo a ver
por las tardes
cuando vuelva a casa?
¡Ayer por noche cambiaron
la foto de la valla publicitaria,
por un anuncio de comida para gatos!
Colección Muñecas de trapo
