LA VACUNA Y LA COLLEJA QUE TE VIENE.

Que finos nos hemos vuelto algunos españoles con eso de las vacunas. Parece que vayamos de compras al supermercado de las delicatessen a vacunarnos: "¿Señorita, a cuanto está el kilo de vacuna? ¿De dónde son?  Póngame tres de Pfzer, dos de BioNtech y la Astrazeneca ni tocarla, que son para mi marido y él para estas cosas de las vacunas es muy suyo"...

Hace solo unos meses hubiéramos dado la cartilla de la Caixa y robado, por una sola dosis, como si fuéramos cocainómanos. Pero no, ahora te llaman y les dices que te lo pensarás. ¿Se puede ser más tonto? En un año no hemos aprendido nada. Hemos visto como el covid se ha llevado a más de ochenta mil personas al otro barrio. Pero ahora que ya tenemos la solución a todos los problemas, se nos va la olla y le ponemos pegas.

Vamos a ver. ¿Recordaréis que nuestra generación fue la que se bebía el agua del florero? Terminábamos con los garrafones, cerramos los bares y discos del contorno y a la mañana siguiente no dábamos pie con bola.

Y ahora, parece que los pobres chavales están locos porque pasan de las mascarillas, de los prólogos y de su puñetera madre. ¿Y te extraña? Si lo que estoy contando hace 30 años que eras el primero o la primera que tu padre no te veía el pelo y la liabas parda cuando llegabas a casa y ahora vamos de santurrones. ¿O, no te acuerdas que te bebiste y fumaste lo que no está escrito? Y sigues vivito y coleando. Y ahora te cagas por un pinchazo.

Una colleja es lo que tendrían de dar a los que no van a ponerse la vacuna, sea cual sea, y si me apuras les haría ir de rodilla en peregrinaje hasta la enfermería.

 

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ. 

9 DE MAYO, FINAL DEL ESTADO DE ALARMA.

Lo digo de verdad, esto del fin de estado de alarma me ha dejado descolocado. Sí, lo digo en serio. Hace más de un año que dejamos de pensar: donde ir, con quién, a que hora ir a la cama, e incluso a dónde y con quién ir a la cama.

No te rías, no es broma. Hasta ahora con tal de aprender los horarios de los confinamientos perimetrales, los protocolos,  horarios de los bares y cierres de restaurantes. Con memorizar, estas cuatro normas, a los hombres nos sobraba una neurona.

De casa al trabajo y del trabajo a casa, y estos son los afortunados que tienen trabajo. Los parados, los del ERTE y unos cientos de miles más sin curro están todavía tumbados en el sofá o delante del ordenador en chándal o pijama.

Pues ahora, a partir del 9 mayo este país se convertirá en la Torre de Babel, a no ser que las Autonomías tomen cartas en el asunto. Miedo me da, si alguien no lo remedia, este país será una casa de locos. Nos quedaremos en manos de políticos iluminados ¡Sálvese quien pueda!.

No me digas que no es raro, que cuando la Sra. Angela Merkel está quitando los poderes a los estados federados alemanes, para llevar el control desde el propio gobierno central. Aquí, en España, nuestro amado presidente, se desmarca del problema y nos deja a nuestra suerte con el culo al aire. ¡Qué Dios, nos coja confesados! 

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.

EL BESO AQUÍ EN ESPAÑA...

Estos días el aburrimiento pueden conmigo y por lo que leo, también le afecta a otros que escriben artículos que antes no eran de interés prioritario para el lector. Pero mira por donde ahora son noticiones, lo que hace tan solo un año pasaban desapercibidos. 

Y voy al grano. Leo: "Con el covid el 66% de los españoles exige más a la hora de besar a la pareja". Según unos estudios realizados por el app, Adopta UnTio. 

Y viene a decir: que la gente se besa menos, que se tiene miedo al contagio y que a pesar del deseo, se practica el saludo con el codo. Y sigo; ... Y que a pesar de todo, si se sienten las mariposas revolotear en el estómago se olvidan del peligro y besan sin problemas. ¡Ala! A lo loco. Y yo añadiría...¡a tomar pol saco el bicho! 

Y sigo leyendo porcentajes de como, cuando y donde. Bla, bla, bla.

Tampoco es que la gente vaya babeando por la calle pidiendo besos. Bueno, algunos sí. También cuenta que en tiempos de pandemia la gente besa más a los que conocen y... que es importante saber su nombre. ¡Hombre, que menos! Y es que cuando sabes como se llama la persona en cuestión contagia menos. Vamos, mucho menos.

Continuo: ... Que la gente echa en falta estos besos que nos dábamos en las mejillas y estos abrazos cariñosos que les dábamos a las amigas y amigos y nos quedábamos pillados como lapas. Algunos.

Sí, al fin y al cabo, los besos son una forma de darnos a conocer y de interpretar las buenas o las malas intenciones de cada uno hacia el prójimo. Porque si lo pensamos bien, hay personas que son muy besuconas, otras ariscas y algunas parece que cobran por beso.

Yo me declaro de los besucones, vamos, que me tienen clasificado como "osito de peluche". Le doy importancia al roce, a la ternura a los besos. Lo digo porque el día que abran la veda, cuando me veáis venir de lejos, huir como alma que lleva el diablo, porque pienso daros todos los besos que os debo...

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.

LA NUEVA TORRE DE BABEL.

Es curiosa la situación que estamos viviendo, no tan solo por las consecuencias de la maldita pandemia, sino también por la forma en que los Mandamases están dirigiendo el tema de las vacunas.

Yo diría que están más tiempo hablando que buscando soluciones. Creo que el tema debería estar clarísimo e ir todos unidos en una sola dirección. Porque no hay varios caminos que nos lleven a la inmunidad de rebaños. Y todo lo demás es menear la perdiz y perder vidas inocentes.

Hace solo cinco meses hubiéramos dado cualquier cosa para parar aquella sangría de muertes, que anunciaban por la tele, como si hubiera llegado el fin del mundo. Y ahora que tenemos la vacuna, perdemos la fuerza por la boca diciendo tontearías.

Mi padre decía; "Pasábamos más tiempo hablando del ratón que cazando". Países como Inglaterra, Israel, Serbia, Hungría Chile, EE. UU. lo han tenido claro desde el principio: Vacunar, vacunar y vacunar. Que importa que la vacuna sea china, rusa, alemana, belga o americana con el fin de salvar vidas. Estamos de lleno en una pantomima de buenas intenciones y nos están usando como conejitos de india. ¿O no nos damos cuenta? ¡Coño, Está clarísimo!

Solo debería de haber una sola idea, sea del partido que sea, de la religión, clase social, del color de la piel o del país que sea. Vacunar, vacunar y vacunar a la población mundial de día y de noche, con profesionales, voluntarios o a la fuerza.

 

Debería ser una obsesión hasta que no estuviera vacunado hasta el último ser humano. De lo contrario, esto se convertirá en la nueva Torre de Babel.

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ. 

DAME PAN, Y DIME TONTO.

Dime tonto si quieres, pero yo  esto de las reglas del juego de la pandemia no las entiendo. Y mira que llevamos más de un año con el tema de marras. Sigo teniendo mis dudas: el otro día un amigo no llevaba la mascarilla puesta y un policía le multo. Reconozco que mi amigo tiene un carácter de mil demonios y seguro que entre una cosa y otra se la merecía. Y lo entiendo.

También entiendo que cuando se reúnen jóvenes de sangre caliente en playas, parques públicos o cuando se montan  guateques en casas privadas, bares o discotecas, salgan a empujones y ​​con multas cuantiosas por no cumplir con los protocolos establecidos por la ley competente. También el entiendo.

¿Pero a qué vienen estas manifestaciones legales o alegales, o a las celebraciones de los hinchas de los equipos de fútbol? Miles y miles de personas en las calles sin cumplir ni una sola normativa. Gritando y bebiendo como locos y sin mascarillas. Ondeando banderas y pancartas sin que nadie ponga orden. Y a tres manzanas más abajo, no dejan reunirse en un bar, en la terraza, con un frío que pela, a más de cuatro personas de burbujas diferentes, y van los municipales y les multan por todo el morro por una burbujita de más. Pues eso, eso es lo que no entiendo.

Como tampoco entenderé que en la política valga todo y puedan reunir en los mítines a todos los que les den la gana y liarse a pedradas, con la policía antidisturbios en medio de dos ideologías políticas. Pues eso, eso tampoco lo entiendo. Vamos, que es una vergüenza, que las leyes se hagan a capricho de unos cuantos elegidos y el rebaño tengamos que pasar por el tubo y decir amén a todo.

Con la política hemos topado Sancho. Lo que se dice un ejemplo modélico para el pueblo,  no lo son. Tampoco son conocidos por sus virtudes de honestidad y los ensañamientos entre ellos tampoco son ejemplares para los más jóvenes.

Entonces Sancho digo yo ¿Que por qué si su trabajo, con eso de la pandemia, la hacen por medio de videoconferencia desde su casa?  ¿Por qué no hacen los mítines con el mismo sistema? Y de paso salvan vidas y contagios ¿Tú me entiendes?

 

Dame pan, y dime tonto.

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.

POLITIQUEO.

Probablemente no pueden mandar en sus casas y, si lo hicieran nadie les echaría en cuenta y aprovechan sus cargos para quitarse los complejos y lo pagamos el resto de los ciudadanos. Y no digo yo que no pueda ser gratificante, porque cualquier medida que escojan tendrá sus defensores y sus detractores, así que decidan lo que decidan tendrán la conciencia tranquila y seguro que sus particulares palmeros les reirán las gracias. Sin duda.

Y es que es muy fácil desde la cúpula impartir decisiones que afectan a los demás ciudadanos: como obligar a cerrar negocios o limitar sus horarios. Siempre por el bien del rebaño. Claro, claro. 

Pero ellos también deberían tener sus obligaciones con los afectados con decisiones económicas como en otros países. Pero ¡Spain is diferent! ¿Y sabes por qué? Pues por qué el Estado no tiene un duro y por aquí se les ve el plumero. ¡ Ayyyy, pillines!

Todos sabemos que en este país sobran políticos, (esto viene de lejos) y agregados cobrando del gobierno, y en tiempo de pandemia también podrían cerrar despachos y prescindir de muchos de ellos y apuntarlos al paro o al ERTE. Y que tuvieran que seguir pagando las hipotecas, los seguros, el IVI, la luz. Y más a más, dar de comer a su familia y en algunos casos, seguir pagando los estudios e sus hijos. Vamos a ver si tienen narices de ponerlo todo al día con una ayuda de mierda. Y seguir con su ritmo de vida de "ministro". Me descojono solo con pensarlo.

El problema en que se endiosan y van repartiendo bendiciones entre sus "feligreses". Al final de la historia, saldrán de rositas bajo palio en procesión por las calles. Aunque me temo que algunos, al final de esta etapa, tendrán de  recoger sus bártulos y volver a casita con el rabo entre las piernas.

Colección: CRÓNICAS DEL  CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ. 

HOY PUEDE SER UN GRAN DIA... DALE UNA OPORTUNIDAD.

"Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así... duro con él". No lo digo por decir, que ya sería ganas de dar la nota con la que está cayendo. Pero el Presidente del estado español a dicho públicamente que a partir de ahora el tema de la vacunación será algo prioritario y en un coser y cantar los españoles estaremos inmunizados y volverá a salir el sol por Antequera.

¿Y qué quieres que te diga? Pues que yo quiero creérmelo. Dime optimista si quieres. Sí, necesito saber que este mal sueño está a punto de terminar y que dentro de unos cuantos meses, en julio, en agosto o en septiembre estaremos el 70 % vacunados y pasaremos a la época del rebaño. 

Bueno esto del rebaño es una forma suya de explicar las cosas a su manera, porque para rebaño, rebaño, lo que hemos sufrido hasta ahora los ciudadanos con las normas, protocolos, confinamientos, mascarillas y demás inventos que han ido sacando del forro para tenernos en casa acojonados entre el virus y con las multas que se han hecho de oro.

Pero al final, mes arriba mes abajo, valdrá la pena todas las penurias que hemos ido superando hasta llegar a este punto, los que no hemos caído en el hoyo, claro. 

¿Y sabes que te digo? Qué esta generación ha tenido mucha suerte con las nuevas tecnologías y avances actuales de la ciencia. Con una pandemia de esta magnitud cien años atrás hubiera muerto hasta el apuntador.

Así que hoy vamos a estar todos contentos por la noticia que nos ha dado el Presidente, aunque mañana volvamos a las andadas y lo volvamos a poner a bajar del burro. Se siente Sr. Presidente, hubiera usted escogido otra profesión más tranquila porque la suya es estar siempre en el punto de mira.

"Hoy puede ser un gran día... y mañana también".

Colección: CRÓNICAS DEL CORONAVIRUS Y LA MADRE QUE LO PARIÓ.