UN ÁNGEL GUERRERO

Tú lo sabías,
sabías que aquella noche,
cuando resbalaban por las paredes
las tinieblas invisibles de la luna,
yo cedería a tu perverso erotismo.

Tú lo sabías,
sabías que agrietarían mis carnes,
que cegarían mis pupilas,
que morirían mis entrañas
y me convertirías en ceniza.

Tú lo sabías,
sabías que en cada roce
emitiría un agudo gemido,
en cada beso robarías un trozo de alma
y que me irías quitando la vida sin prisa.

Tú lo sabías,
sabías que la noche sería tu aliada
y que tus ojos chispeantes correrían
por la cama, quebrando mi sonrisa.

Tú lo sabías,
sabías que no soportaría miradas ajenas
rodando por mi cuerpo,
que se clavarían como púas
y se hundirían más allá del mismísimo deseo.

Tú lo sabías, ¡lo sabías!
¿Y ahora, para qué necesitas mis ansias,
si ya no te sirvo para tus perversos juegos?
¡Tan solo te has convertido en la reina,
en la reina, de un mortal cualquiera!

Di, si tú lo sabías,
¿por qué tanta pirotécnica,
si con un sencillo beso...
yo ya me daba por vencido?

Colección Poemas de historias de ángeles 

ALGO MÁS SOBRE MÍ

No me arrepiento.
Digo las cosas que pienso.
A veces sin sentido,
otras pueden sonar trascendentes.
Pero nunca me arrepiento.

A menudo descubro nuevas ideas,
al igual que voy coleccionando
viejas arrugas y amontono sublimes defectos
e ingenuas virtudes con el paso del tiempo;
más razones si caben para creer en mí.

De hecho hoy toca escribir de esto;
tal vez de hechos banales,
discretos y estimulantes.

Me consta que no es mi estilo,
no es tiempo de alabanzas
ni de falsas vanidades.
¡Bastante me conozco con los años
que llevo descubriéndome!

No me resigno al olvido,
ni a la indiferencia de la gente.
Nunca me acostumbraré a la nada,
ni al gozo de coger un papel
y escribir de lo que me venga en gana.

Escribiré sobre mi vida con los hilos
de colores que yo mismo elegí
para tejer mis propias narraciones,
para contar mis sueños de adulto
y mis cuentos de niño travieso.

Seguiré escribiendo tanto cuanto
me plazca y hoy no me arrepiento
de haber escrito algo más sobre mí…
              

Colección Poemas sin ton ni son

DAME UN BESO, NIÑA

Dame un beso, niña, 
que tus ojos cuando
me miraron clavaron
una daga en mi corazón
y vengo malherido.

Dame un beso, niña,
con sabor a cereza,
a fresa o a manzanilla.
Dame un beso, niña,
que mi corazón sangra.

Dame un beso, niña,
con estos morritos
que tienen cuatro picos...
¡me quitan el sentido!

Colección Poemas sin ton ni son

TÚ, NIÑA, DIME QUE SÍ

Tú, niña, dime que sí,
que quieres ser marinera.
Tú, niña, dime que sí,
que quieres ser mi compañera.

Tú, niña, dime que sí,
que quieres vivir en el mar
y faenar en mi barquita de vela.

Tú, niña, dime que sí,
que quieres ver el sol salir
y sentir el aire fresco
en tu carita de azucena

Tú, niña, dime que sí,
que a ti  te gusta navegar
y quieres ir a pescar en altamar.

Tú, niña, dime que sí,
que tú sabes a ciencia cierta
que por ti bebo los vientos
y un día te he de llevar al altar.

Colección Poemas sin ton ni son

EL REFLEJO DE UN ESPEJO

Pongamos en orden los sentimientos
y pongamos claros los valores,
pongamos las manos sobre la mesa
y mirémonos en el espejo.

¡Qué indefensos nos vemos desnudos!
Sin defensas, sin mentiras que nos protejan.
Un viento frío que llega del mar
me eriza la piel y los recuerdos me emocionan.

Tenemos tiempo de hablarnos;
elijamos bien el silencio
y busquemos gestos que no nos hieran.

El espejo refleja todo aquello que amé...
Un cuerpo desnudo, limpio y sin invenciones.
Quiero un amor sincero y puro.
Igual, igual que el que ahora veo
al otro lado del espejo.

  Colección Poemas sin ton ni son

PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

Nada se detiene en este mundo,
ni tú, ni yo, ni el pasado.
Grito al fondo del más profundo túnel
y nadie responde... tú no respondes.

Hoy te haría tantas preguntas,
sí, justo hoy que no me respondes.
El tiempo nos tiene atrapados
en espacios opacos y eslabones.

Pero en este instante te preguntaría:

¿Me amas como antes?
¿Me amas para siempre?

Pero calla el silencio sombrío
y se condena la respuesta al olvido.
El tiempo nunca nos devolverá aquello
que vivimos en el pasado.

Nosotros preguntamos
cuando lo necesitamos,
pero el tiempo se ha olvidado
de cómo éramos tú y yo entonces.
Somos una imagen ineludible,
somos fruto de un pasado lejano.

Y ahora repito por última vez:

¿Hoy me amas como antes?
¿Me amarás para siempre?

Ves… ¡Nunca respondes!

 Colección Poemas sin ton ni son

BRINDIS

¿Cómo diríamos las cosas que pensamos,
si antes no las hubiéramos sentido?
¿Cómo las podríamos escribir,
si antes no las hubiéramos dicho?

No hablo de sabiduría
ni de números cuánticos,
te hablo de cosas sencillas
que giran a nuestro alrededor.

Y nos seducen al mismo tiempo
que una mirada, que una caricia,
que un beso... o que una flor.

Lleno de nostalgia,
repleto de aquel amor que me bridaste,
alzo mi copa de vino tinto y brindo
por aquellos pequeños y grandes detalles,
que tal vez, sin querer, tú me enseñaste.

 Colección Poemas sin ton ni son