Una sábana arrugada
esconde mil formas diferentes.
De repente, se transforma
en humana, como en una montaña.
Por los lados de la cama,
tan pronto aparece unas nalgas,
tres manos, como dos caras.
La sábana parece tener vida propia.
Respira, y desde las entrañas,
se le oye jadear ¡y hasta gritar!
Tiene formas humanas,
¡aunque muy extrañas!
Camina con un solo pie
y otras veces ¡de cuatro patas!
La luz de unas velas la hacen
todavía más sobrenatural.
Le sale una melena negra
y dos brazos peludos a la par.
Las arrugas cambian
por arte de magia,
mientras en cada posición,
me sorprende con una
nueva composición.
Misterios de la vida que nunca
nos dejan de sorprender.
¿Quién me hubiera dicho
que las sábanas tuvieran vida
y que hasta de placer gimieran?
Escribo poemas a la soledad, para hacerle compañía, haciéndole la espera más corta y más dulce la sonrisa. Soy de los que creen en el sonido del silencio o de los que habla con el mar. ¡Soy de aquellos que la gente piensa que estamos locos!
domingo, 9 de octubre de 2011
sábado, 8 de octubre de 2011
MADAME, MADAME
La oscuridad de la habitación
y unos cuantos rayos de sol,
jugaban sobre su piel.
Tan solo unas gotas de sudor,
rompían la suavidad de su cuerpo,
en un caluroso mes de julio.
Abrazado al pecho,
acariciaba un gato negro.
Mientras, miraba con ojos tristes,
a través de la ventana
a las niñas que jugaban en la calle.
Macetas con plantas,
medio muertas de sed,
intentaban darle una nota de color
a una vieja cortina de ganchillo.
De las paredes empapeladas
con dibujos de flores rojas,
colgaban unos eróticos cuadros
de chicas desnudas.
Un perchero de pie, de tres brazos,
una cama de matrimonio
y dos mesitas de noche,
era todo el mobiliario
que ocupaba la estancia.
En un rincón del lavabo,
una toalla limpia y bien doblada.
¡Solo Dios sabe cuánto tiempo hacía
que aquella mujer vendía sus servicios!
Seguro que pasó muchos años jugando
con muñecas en la misma habitación,
cuando tan solo era una niña.
Igual que hoy juega con el gato,
esperando que algún cliente
llame a la puerta, en busca de compañía.
y unos cuantos rayos de sol,
jugaban sobre su piel.
Tan solo unas gotas de sudor,
rompían la suavidad de su cuerpo,
en un caluroso mes de julio.
Abrazado al pecho,
acariciaba un gato negro.
Mientras, miraba con ojos tristes,
a través de la ventana
a las niñas que jugaban en la calle.
Macetas con plantas,
medio muertas de sed,
intentaban darle una nota de color
a una vieja cortina de ganchillo.
De las paredes empapeladas
con dibujos de flores rojas,
colgaban unos eróticos cuadros
de chicas desnudas.
Un perchero de pie, de tres brazos,
una cama de matrimonio
y dos mesitas de noche,
era todo el mobiliario
que ocupaba la estancia.
En un rincón del lavabo,
una toalla limpia y bien doblada.
¡Solo Dios sabe cuánto tiempo hacía
que aquella mujer vendía sus servicios!
Seguro que pasó muchos años jugando
con muñecas en la misma habitación,
cuando tan solo era una niña.
Igual que hoy juega con el gato,
esperando que algún cliente
llame a la puerta, en busca de compañía.
lunes, 3 de octubre de 2011
DESDE EL BALCÓN DE MI CASA
Hoy, la tarde llega perezosa
y las nubes, vuelan solemnemente
entre los montes, esperando
la llegada eminente de la luna.
El sol ha dejado el cielo pintado
de un fosforecente color naranja.
Los pájaros vuelven a recogerse
a sus nidos, igual que los pescadores
vuelven a puerto.
Las primeras luces aparecen
justo en el momento en que
cae sobre las calles
un manto de color negro
y las casas van perdiendo
ese toque de cal viva.
En el espejo de las tranquilas
aguas de la bahía, se reflejan
las estelas de las farolas.
El faro con luz intermitente
alerta a las últimas barcas,
para ponerse a resguardo.
Mientras, los pescadores
que habían llegado,
recogen las redes
sábado, 1 de octubre de 2011
LADRONZUELA DE AMOR
¡Ay, que mal trecho he quedado,
mientras te alejas volando
con mi corazón secuestrado!
¿Qué será de mí si te vas
con las maletas llenas de amor?
Pero no te olvides, princesa,
que cuando pases por la aduana,
tendrás que pagar peaje.
Porque no es legal trapichear
con tanto amor de contrabando.
¡Pero tú tranquila, que aquí me tendrás
esperando que vuelvas con el botín robado!
¡Qué penita, pena, tengo adentro,
por haberme dejado
sin caricias y sin besos!
¡Pero te juro, por mi madre,
que si tienes a bien cuidarte
de cada uno de ellos,
de cada uno de ellos,
yo te regalo la maleta entera!
Y si prometes por tu vida
devolverme mi pobre
corazón enamorado…
¡aquí me tendrás
miércoles, 28 de septiembre de 2011
ENTRE LÍNEAS
¿Cómo puedo contarte,
amada mía, en dos líneas
amada mía, en dos líneas
cómo me siento, si ya llevo
más de mil noches sin dormir?
más de mil noches sin dormir?
¡Y es que tanto amor,
no tiene de ser bueno!
No creo que lo nuestro sea cierto,
porque al fin y al cabo,
empezó como un juego,
aunque todavía hoy
me acuerdo del primer beso…
¡Ay, amor, cómo no me di cuenta
en aquel mismísimo momento
de que te volverías en mi tormento,
que me robarías el corazón
y hasta el maldito sueño!
y hasta el maldito sueño!
Luego, el día que vuelvo a caer
en tus brazos, ¡me robas la razón!
¿Ves, amor, cómo mi vida
no es un camino de rosas,
que tanto contigo, como sin ti,
domingo, 25 de septiembre de 2011
EL PAN, COMIDA DE DIOSES
¡Qué bueno es el pan,
qué sabor más rico!
Pan duro, pan de molde,
pan de hoy, pan de trigo,
pan de semillas, pan de Dios.
El pan se corta, se reparte y se unta.
El pan se moja, se comparte y se come.
El pan es un majar de ángeles.
Se rebaña con huevos fritos,
con salsa a la pimienta,
al roquefort o de queso...
Se rellena de jamón, de carne,
de tortilla, de mortadela o de chorizo...
Es, pues, el pan, comida de diosas,
de santos, de holgazanes y de labradores.
De pan, se alimentan los más pobres,
de las migajas que les tiran los ricos.
Eres, pues, pan, comida de tontos,
comida de muchos ¡y de tantos y tantos
muertos de hambre!
Para Cornelia Dorothea, con la que compartimos nuestro pan.
qué sabor más rico!
Pan duro, pan de molde,
pan de hoy, pan de trigo,
pan de semillas, pan de Dios.
El pan se corta, se reparte y se unta.
El pan se moja, se comparte y se come.
El pan es un majar de ángeles.
Se rebaña con huevos fritos,
con salsa a la pimienta,
al roquefort o de queso...
Se rellena de jamón, de carne,
de tortilla, de mortadela o de chorizo...
Al pan, el niño, se lo come con chocolate,
la chica, con tomate,
el viejo, lo baña con la leche,
el viejo, lo baña con la leche,
la anciana, se come las migas
porque no tiene dientes
y mi vecinita, la de enfrente,
¡está más buena, que el pan caliente!Es, pues, el pan, comida de diosas,
de santos, de holgazanes y de labradores.
De pan, se alimentan los más pobres,
de las migajas que les tiran los ricos.
Eres, pues, pan, comida de tontos,
comida de muchos ¡y de tantos y tantos
muertos de hambre!
Para Cornelia Dorothea, con la que compartimos nuestro pan.
viernes, 23 de septiembre de 2011
OMBLIGO DE MUÑECA DE CARNE Y HUESO
¿Quién sabe lo que ella piensa
cuando yo cruzo la puerta?
Ella es demasiado joven para que yo
sepa lo que lleva dentro de la cabeza.
Cuando salgo de la habitación,
ella se sienta encima de la cama,
jugando con los tirabuzones,
haciéndose coletas y adornándolas
con diferentes lazos de colores.
Un fino collar de turquesa,
que un día le regalé,
es la única pieza que le cubre
su delgado cuerpo, una joya
que envidia tiene de sus
increíbles ojos verdes.
Los labios dulcemente pintados.
Los párpados suavemente coloreados,
y a la altura de las pestañas,
una fina línea negra le hace
la mirada mucho más bella.
Los rizos de su sedoso cabello
le reposan sobre la espalda
de su desnudo cuerpo.
La piel tersa y frágil, y
los pechos pequeños le endulzan
hasta las yemas de los dedos.
Tan solo el agujero del ombligo
se le hacía extraño, en medio
de aquel cuerpo de muñeca
de carne y hueso.
cuando yo cruzo la puerta?
Ella es demasiado joven para que yo
sepa lo que lleva dentro de la cabeza.
Cuando salgo de la habitación,
ella se sienta encima de la cama,
jugando con los tirabuzones,
haciéndose coletas y adornándolas
con diferentes lazos de colores.
Un fino collar de turquesa,
que un día le regalé,
es la única pieza que le cubre
su delgado cuerpo, una joya
que envidia tiene de sus
increíbles ojos verdes.
Los labios dulcemente pintados.
Los párpados suavemente coloreados,
y a la altura de las pestañas,
una fina línea negra le hace
la mirada mucho más bella.
Los rizos de su sedoso cabello
le reposan sobre la espalda
de su desnudo cuerpo.
La piel tersa y frágil, y
los pechos pequeños le endulzan
hasta las yemas de los dedos.
Tan solo el agujero del ombligo
se le hacía extraño, en medio
de aquel cuerpo de muñeca
de carne y hueso.
Colección Almas nostálgicas
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