Una noche de luna llena, cayeron sobre mi cama hojas secas. Y a mi boca le faltaron las palabras, al contemplar un mágico cuerpo tumbado sobre las sabanas, esperando el consuelo de mis dedos bailar sobre sus pechos.
De madrugada, un aire frío entró por la ventana, trayendo unos besos que se habían quedado colgados en el cielo. En sus ojos, se adivinaban dos luces acompañadas de leves gemidos. Y allí, nos tumbamos sin más sonido que el de las caricias.
Eso sucedió una noche, en un mundo donde los árboles se desnudan y las ninfas salen de fiesta.
Colección: 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES.
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