BÉSAME, BÉSAME MUCHO.
Quisiera decirte, que muero cada vez que tus labios me rozan y se convierten en beso, reconducen mi alma, cada uno de ellos. Róbame el deseo, quítame el anhelo, pero no ahorres un solo beso.
Cómo callar cómo me siento si es un secreto a voces, si no tengo tus labios, mi corazón no tiene alimento. Confieso que el silencio del beso me produce deseos: Abrazarte a fuego lento, besarte con un beso eterno.
El silencio es bueno, pero es mejor que hablen los besos, aunque me da miedo… ¡Hasta cuando el roce de tus labios se convierte en beso!