Y FUERON FELICES Y COMIERON PERDICES

No, no quiero,  

ni pagando con dinero

olvidar ni uno de sus besos.

No, no quiero

ni pensar que sería de mi,

si un día cualquiera la pierdo.

Miedo, sí, tengo mucho,

mucho miedo, de despertar

de este sueño y volver a vivir

el día a día en un desierto.

No, no quiero ni pensar

cómo sería mi vida sin ella,

porque entonces,
¡sí que me muero!

No, no quiero seguir pensando

y quiero creer que viviremos

eternamente en un cuento,

un cuento que lo iremos escribiendo

los dos, día a día, beso a beso.

Y colorín colorado,

este cuento se ha acabado.

Colección Almas nostálgicas

YO, UN SIMPLE "CASI POETA"

La inocencia me preguntó

si escribía poemas.

A lo que lo le contesté

en tono altivo:

-¡Sin problemas!

Replicó: -¿tú eres “casi poeta”?

Y le espeté con falsa modestia:

-¡No, yo soy poeta!

Desde entonces que no duermo…

No tendrá razón la inocencia

en ver en mis poemas

a un poeta a medias, y también,

en pensar que no doy la talla para
tener el honor de llamarme poeta.

Duda que me invade
y me devuelve a la tierra
de los mortales y de los “casi poetas”.

Seguiré buscando en mi pluma

un plus que me lleve a los altares

y seguiré trabajando cada letra,

cada una de ellas, con empeño,

para que la inocencia cuando
vuelva a leer mis poemas,

me devuelva al grado de poeta.

Colección Almas nostálgicas

FÁBRICAS DE SOLDADOS

¿Cómo le puedo explicar a mi hijo

que su padre ha ido a la guerra

y que tal vez, nunca más volverá?

¿Cómo le puedo explicar

que se lo llevaron a otro país

dispuesto a matar?

¿Cómo le puedo explicar

que el hombre que le dio la vida

puede matar a otro ser humano?

¿Quién le puede explicar a mi hijo,

hoy, que ha llegado la carta que
enuncia que su padre ha muerto?

¿Para qué tantas leyes,

para qué los mandamientos,

para qué la conciencia,

si después te hacen coger
un fusil para matar?

¿Qué le puedo enseñar

 a mi hijo ahora que es
pequeño y le puedo instruir?

¿Tal vez a ser una buena persona

o tal vez a disparar?

Y a mis nietos,

¿quién los enseñará?

Tal vez entonces,

las madres y las abuelas

ya no les harán ninguna falta,

porque ustedes

ya tendrán fábricas

que desde pequeños 

les enseñarán a matar.

Colección Almas nostálgicas

A LA SOMBRA DEL ALA DE UN SOMBRERO

Sentado a la fresca
de un bar, a la sombra
del ala de un sombrero, 

espero a mi amada.

Veo doblar la noche

allá a lo lejos, y por la esquina,

a un cura, con sotana negra,

negra como el infierno,

¿de qué color será el cielo?

Un pobre mendigando,

por cuatro monedas, monedas,
que limpia las conciencias,

pero no el hambre del mendigo.

Una anciana atraviesa la calle...

¡qué suerte ha tenido…!

por esto ha llegado a vieja.

¡Vaya piba impresionante,

y vaya par de tetas!
Pero así como se acerca…

no eran tan grandes

¡y es que hoy nada parece real!

Sentado a la fresca
de un bar, a la sombra
del ala de un sombrero,

se ha hecho de noche
y ella no viene.

Colección Almas nostálgicas

¿QUÉ SERÁ DE MÍ CUANDO TE VAYAS?

¿Quién te dejará
un ramo de rosas rojas
en la puerta de tu casa,
cada año por tu cumpleaños?
¿Quién te regalará
un perfume por tu santo?

¿Quién te llamará por la mañana
todos los días del año
para decirte “te amo”?
¿Y quién te cogerá de la mano
en las noches de insomnio?
¿Con quién hablarás
en las largas tardes de invierno,
de los viejos tiempos?

¿A quién besarás cuando tus labios
estén pintados de veneno?
¿A quién amarás hasta la extenuación
cuando tu cuerpo prenda fuego?

¿Y a quién, luz de luna,
dejaré un ramo de rosas rojas,
en su puerta, el día de su cumpleaños,
cuando tú te vayas...?

Colección Almas nostálgicas

QUISIERA SER...

Quisiera ser la luz

que guía tu mirada,

un apoyo a tus palabras,

una encrucijada cercana.

Quisiera que me amaras,

que ardieras en llamas,

que te tumbaras en mi cama,

oler tu fragancia.

¡Quisiera, quisiera...!

Elevar anclas,

viajar por las Antípodas,

nadar en Jamaica,

visitar Ushuaia.

Y si con esto no basta,

quisiera darte mi alma,

mis circunstancias,

mi sangre y hasta

mis historias fantásticas.

Colección Almas nostálgicas

FLOR RÍO ABAJO

No, no debe ser tan difícil

como tú dices.

Debe ser más fácil,

mucho más, digo yo.

Tienes que dejar

que vaya sucediendo,

que vaya fluyendo,

que vaya cayendo

como fruta madura.

Como las vocales,

como las consonantes,

una letra detrás de otra.

Como las gotas de lluvia.

Tienes que dejarte

llevar, como flor río abajo.

Como si bailases un vals.

Como sentarse en la arena

a esperar las olas llegar,

o mirar el sol cómo da paso  

a la luna cada atardecer.

No, no debe ser tan difícil,

como tú dices, el arte de amar,

solamente es cuestión

de dejarse llevar.

Colección Almas nostálgicas

OJOS DE MAR

¿Qué tienen estos ojitos,

que en días de tormenta

se ve el mar adentro?

¿Qué tienen estos ojitos, que 
veo hasta las olas salpicar?

¿Qué tienen estos ojitos,

que veo cómo amanece

y al alba, cómo el sol

se va a nadar?

¿Qué tienen estos ojitos,

que veo dos lágrimas nacer

y quieren ir a morir al mar?

¿Qué tienen estos dos luceros,

que intento escribir y no 
les puedo dejar de mirar?

Colección Almas nostálgicas

EL VIRUS DEL AMOR

Contigo, vida mía,

me da la sensación

de que algo muy grande

me queda dentro, 
algo que cuando 
estoy solo me inquieta.

Un “no sé qué”

y  un “no sé dónde”,

algo que me pesa,

algo que me aprieta.

Un “riu, rau”,
un “run, run”,

que no me abandona.

Me pregunto si será malo

llevarlo tanto tiempo adentro,

hasta que te vea de nuevo.

Tiene que ser algo muy gordo, 
algo muy serio, para tenerme 
toda la noche en vela.

¿Qué será esta sensación

que no se quita ni con 
caricias ni con besos?

¿Será el amor, que me corroe

y me quema las entrañas?

¡Será, será…!

Colección Almas nostálgicas

EL JUEGO DEL AMOR

¿Cómo separar el ayer,

si hoy todavía no

ha llegado el mañana?

¿Y en qué punto exacto

se desvanece el amor?

¿Cuándo empieza el beso

y cuándo termina la caricia?

¡Qué complicado es

el juego del amor,

que llega a nuestras manos

sin estuche ni reglas!

¡Y qué difícil lo hacemos

desde la primera carta!

y sobre la marcha, le vamos

poniendo más trabas.

 ¡Como si por sí solo,

el jueguecito de marras ya

no fuera bastante complicado…!

Y con el tiempo, le vamos

dando palos hasta matarlo.

El amor llega libre y

no hay que guardarlo

ni en corral, ni en jaula.

El amor tiene que volar libre,

como una paloma blanca.

  Colección Almas nostálgicas

                                         

LAS PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO

¿Sabes, rosa de mi alma,
que nunca jamás volveré
a estar celoso de ti?

Porque es tanto el amor
que por ti siento
y tengo, tanto y tanto fuego
adentro de mi cuerpo,
que no debería ni por un
instante dudar de ti.

Y aunque cada noche
me acueste solo, me duermo
abrazado a tu cintura
para que me acompañes
en mis alucinantes sueños.

Y para que quede constancia
en papel escrito y,
no solo con palabras,
que luego se las lleva el viento,
te escribo un poema
para que veas lo que
ahorita mismito por ti siento:



                                               Néctar de amor, beso mortal
                                               que sorbo a sorbo me robas la vida.
                                               Dulce placer, será el comer
                                               en tan oloroso seno, y sobre tu espalda,
                                               dibujar una espada clavada 
                                               atravesando tu corazón de lado a lado.

            

 Colección Almas nostálgicas 

MI NOVIA ES UN BOMBONCITO

Mi novia está hecha

de azúcar y canela,

con sabor a nata y a menta.

Los ojitos, dos cerezas,

la boquita, de frambuesa.

Mi novia no tiene nada malo,

¡me la comería con las manos!

Los pechos, dos helados

de vainilla y ciruela
y en lo alto, dos fresas.

Mi novia, no tiene desperdicio,

hasta su cabello es de ángel.

¡Ay, mi novia, mi novia...!

Mi novia tiene color
de leche merengada.

Por ombligo, una golosina

y al final, una cascada de chocolate.

¡Mi novia no debería 
salir a la calle,

no sea que se derrita!

Colección Almas nostálgicas

ALGUNAS VECES PIENSO QUE NO ME QUIERES

Sí, algunas veces,

pocas veces,

pero alguna vez,

no te digo

que no lo piense.

 Sí, alguna vez,

 de tanto en cuando,

 pienso que no me quieres.

Sé que no es cierto,

que tu amor es verdadero

y que me querrás

hasta la muerte.

Será que me gusta

jugar con la duda,

pero ni así me asusta.

Porque solo tengo 
que mirar esa lucecita 
que se te enciende

en los ojos, 
cuando me miran.

O, a esta boquita ardiente

que se ilumina cada vez

que me besa.

Sí, confieso,

que de vez en cuando,

pocas veces, poquitas veces,

pienso que no me quieres.

Colección Almas nostálgicas