martes, 5 de julio de 2011

UN SOPLO DE TERNURA

¡Ay, pequeño colibrí!
Si el tiempo fuera oro,
yo sería rico, después
del tiempo que hace
que no te he visto.

Pero yo, no quiero
ni oro, ni joyas,
tan solo me conformo
con el tesoro
de tus labios rojos.

Si todo fuera cierto,
mi vida no tendría
sentido, pero contigo
vivo en un cuento.

Así de sencillo es
lo que escribo,
porque desde el primer
día que te conocí,
me enamoré de ti.

                               Colección Almas nostálgicas

DESPIERTA, NIÑA DESPIERTA.

DESPIERTA, NIÑA DESPIERTA. ¡Cariño mío! Tu sonrisa rompe el horizonte alargando tu silueta hasta el infinito, mientras el azul del mar color...