Ella es
espigada
negra y noctambula
de un brasero
donde falta flama.
Y de entre
las sombras sale
como un murciélago.
Para Esther de New York
Colección Puntas de lápices
Escribo poemas a la soledad, para hacerle compañía, haciéndole la espera más corta y más dulce la sonrisa. Soy de los que creen en el sonido del silencio o de los que habla con el mar. ¡Soy de aquellos que la gente piensa que estamos locos!
DESPIERTA, NIÑA DESPIERTA. ¡Cariño mío! Tu sonrisa rompe el horizonte alargando tu silueta hasta el infinito, mientras el azul del mar color...