viernes, 11 de marzo de 2011

UN CORTOSUEÑO

Te cruzaste en uno de mis dulces sueños.

Aproveché la ocasión
para pasear a tu lado,
por la orilla de la playa,
con los pies descalzos.

Recuerdo que te conté un cuento...
El suelo de menuda arena,
el perfume de niña buena.

La música de algún escondido bar
llegaba hasta aquel novelesco rincón.

He de confesar que tuve la osadía
de cogerte de la mano,
de acariciar tu cara bonita,
de jugar con tus caprichosos labios...
Y en aquel clímax, me aproveché
de tu inocente picardía.

¿Quizá no hubiera debido...?
Pero, ¡qué caramba!,
¡si el sueño era mío!

En el desconcierto del insomnio,
llegué a pensar que todo era cierto,
que tú me querías... y yo era tu siervo.

Colección Hundido en mi colchón

EMBRIAGADO

La otra noche pensé...
¿qué pensé?
¿tal vez en ti?
¿o solo lo creí?

Era un rincón oscuro,
un bar tenebroso.
Con aquella luz no distinguía
las formas de mi compañía.

¿Era hermosa?
No recuerdo si
me llegó a satisfacer.
¿Qué hacía en un
lugar tan dudoso?
Me viene a la memoria
un pelo sedoso,
¿tal vez me confundí?

El humo nublaba mi vista
y el alcohol mi memoria
¿A quién besé?

La otra noche pensé...
¿tal vez en ti?
¿o solo lo creí?

Colección Hundido en mi colchón

UN DOMINGO CUALQUIERA EN MI ISLA

UN DOMINGO CUALQUIERA EN MI ISLA. Desde un lugar privilegiado, en los confines de mi pueblo de pescadores, de aguas azules y casas blancas, ...