viernes, 26 de junio de 2015

NOCHES DE BLANCO SATEN

¡Oh, amada!

Cuánta hermosura se contempla
bajo la luz de la luna de plata,
 mientras permanecéis desnuda
con vuestra olorosa piel de manzana, 
 sobre las sabanas de seda blanca.

¡Oh, amada!

No sé si guardar silencio
contemplando vuestra figura de porcelana,
o susurranos una canción de cuna.
O si acurrucarme a vuestra vera,
pegadito a estos pechos de clavel de poeta.

¡Oh, amada!

Mi deseo fuera
guardar vuestro sueño de niña buena,
y alisar vuestro cabello de princesa
y arrimarme a vuestro cuerpo
 de mariposa blanca.

¡Oh, amada! 

Qué sencillo todo ello fuera
si vos a mi me quisierais...
Yo os prometiere
velaros todas la noches de mi vida...
¡hasta que el cielo plateado
se volviera rojo como el fuego!


Colección A quién no le guste la poesía, 
            que arranque la primera letra. 

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