BLANCANIEVES
… Ella seguía dormida, por mi cabeza pasaron mil ideas. ¿Qué hacía un tipo como yo en una historia como esta? ¿Qué brebaje me habría bebido, o es que el roce de sus labios me habían hechizado?
Me abandoné a mi destino, cerré los ojos para no volverme loco. Preferí ignorar lo sucedido y seguir jugando con mi suerte. Me miró fijamente y acercando sus labios a mi oído, susurro un perverso…“te deseo”.
Al instante, sentí sus dedos deslizarse sobre mi pecho, mordió mis labios, mientras con la otra mano se agarraba a mi cintura, hasta subirse a los altares.
Colección: 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES