viernes, 9 de agosto de 2013

LA LUNA ESTÁ CELOSA

Aquella noche la luna salió a pasear,
deambuló por la oscuridad
buscando algún rincón donde ocultarse,
porque se sentía sola y quería meditar.

Se sentó en la cima de una montaña
y se puso apenada a llorar.
Sus lágrimas llegaron al río,
y del río, fueron a parar al mar.

Preguntó al horizonte,
que por qué se sentía tan sola no tenía a nadie a quien amar.
Pasó el tiempo y no obtuvo respuesta...

Volvió de nuevo al cielo,
a jugar con sus amigas las estrellas
sin más lágrimas que derramar.

Cada noche, cuando la luna sale
y te ve sentadita en el bordillo
de la acera, nerviosilla perdida
y con carita de niña buena,
esperando que llegue tu novio
con un ramito de violetas...

¡La luna se pone celosa
y no puede dejar de lloriquear!


Colección Pescador de ilusiones 

AMIGA MÍA.

AMIGA MÍA. ¡Ay, ay, ay! Quién pudiera volver atrás en el tiempo, aunque ya sabemos que la vida nos empuja hacia un mundo desconocido a pasos...