miércoles, 1 de junio de 2011

MANECILLAS DE PLOMO

Reloj, ¡maldito reloj!
Es inexcusablemente el culpable
de la tristeza de mi amada.

Las manecillas le parecen
hechas de plomo
y el maldito tictac,
le suena a melodía inacabada.

Sufre porque no encuentra
el momento de abrazarme,
y se siente sola y fría.

Cada segundo que pasa
es un paso adelante.
Cada minuto, un trozo recorrido.

Y después, cuando
está entre mis brazos,
las horas se nos mueren,
debajo de la cama.

 Colección Muñecas de trapo

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