ASÍ ES ELLA, UN MAR DE FUEGO.
Qué castigo merezco por tenerte tan cerca y sentirme tan débil por no echarte las redes, en el mismo instante en que me tientas. Te entregas cuál sirena y mi cuerpo no entiende ni de aromas ni de finas telas y al posarte sobre mi piel ¡me quemas!
Tienes, amor mío, el don de seducirme y sin más, se me nuble la mente, e impaciente abrazo tu cuerpo, ¡como si la vida se me fuera en ello!
De repente se encienden las velas, la música suena a lo lejos, mientras caminamos descalzos por nuestro sueño de regreso a la tierra.
Colección 💯 PALABRAS DE COLORES BRILLANTES.
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