¡ OLÉ Y OLÉ LA FERIA DE ABRIL!
Aquella mañana truncó el curso de mi vida, cuando la vi pasar por delante mi ventana con andares de gitana. De pronto, mi mundo se tiñó de los colores del vestido de sevillana que ceñía su cuerpo. Salté de la silla y con el corazón partido corrí para contemplarla a través de los cristales.
Fui dando tumbos, más perdí toda esperanza de volver a ver tan bella andaluza. Cuando, un dia dí de bruces con ella me sentí sonrojar, y al verla tan cerca me dí la media vuelta. ¡Escasa valentía la mía, en que sentí perder mi valia!
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